Una de las alzas más costosas entre las consecuencias del cese a la contratación de la exploración de hidrocarburos en Colombia, que Gustavo Petro aseguró sería su primera decisión de llegar a la presidencia de la República en 2022, sería la del gas domiciliario, un servicio que hoy llega a 11 millones de hogares, que además tendrían que pagar más impuestos.

El presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, Francisco Lloreda, enumeró en ese sentido las nueve condenas a las cuales los colombianos terminarían sometidos de ser esa la decisión del candidato de la izquierda.

Nueve condenas

1. “Suspender la exploración es condenar al país a declinar su producción de petróleo y gas hasta perder la autosuficiencia, y tener que importar petróleo para cargar las refinerías y gas para abastecer el consumo”.

2. “Condenar a los colombianos a pagar combustibles líquidos (gasolinas y diésel) más costosos”.

3. “Condenar a once millones de hogares en Colombia a pagar un gas natural más costoso y a las industrias que utilizan el gas como fuente de energía”.

La segunda condena expuesta por Lloreda es que los colombianos tendrían que pagar combustibles líquidos (gasolinas y diésel) más costosos.

4. “Condenar a 3,5 millones de hogares que usan gas líquido propano (GLP), un derivado del petróleo, a pagar un gas más costoso”.

5. “Condenar al país a pagar una electricidad más costosa y con riesgo de no prestar el servicio en horas pico y de apagones, pues el respaldo del sistema eléctrico del país es el gas natural; más de 25 % de la electricidad es de gas natural”.

6. “Condenar a los colombianos a pagar productos agrícolas más costosos, no solo por el mayor costo del transporte, que se vería incrementado, sino por el precio de los fertilizantes y los insecticidas, y otros insumos agrícolas derivados del petróleo”.

7. “Condenar a los colombianos a pagar más impuestos para sustituir lo que aporta esta industria; en estos cuatro años serán casi $ 100 billones, y para el cuatrienio 2022-2026 son $ 130 billones en proyectos”.

8. “Es condenar a las regiones, y en especial a las petroleras, a recibir cada año menos regalías para inversión; en los últimos tres años fueron $ 23,6 billones”.

9. “Es generarle al país una crisis en su balanza comercial, pues casi 40 % de exportaciones son de la industria petrolera.”