En México el comportamiento de la divisa norteamericana ha dado un respiro este 8 de septiembre de 2023. El precio del dólar equivale a 17,54 pesos mexicanos, de acuerdo con los reportes de Investing. Los analistas señalan que uno de los principales factores que ha contribuido a la estabilidad del precio del dólar en México, es la expectativa de una posible reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Revisando como ha sido el comportamiento de la divisa, es de descartar que en junio de este año, la moneda mexicana tocó sus niveles más altos desde 2016. En marzo de 2020, cuando empezó la pandemia, el tipo de cambio llegó a 25,1 pesos por dólar. Su fortaleza actual obedece en buena medida a la alta tasa de referencia del Banxico (11,25%). El central busca combatir la inflación con esta herramienta, pero aumenta a la vez el atractivo de México para los inversionistas, que pueden posicionarse en pesos para capitalizar los altos rendimientos que aseguran los tipos de interés elevados. El peso se vuelve así un activo buscado.
Según expertos consultados por la AFP, influyen además la estabilidad en las finanzas públicas y las remesas, que el gobierno estima podrían batir el récord de 2022 (58.487 millones de dólares), alimentando la abundancia del billete verde.
También impactan las inversiones por “nearshoring”, la relocalización en México de empresas que estaban principalmente en Asia para aprovechar la cercanía con Estados Unidos.
“Cuando los inversionistas buscan dónde invertir y buscan en mercados emergentes, no hay otro país con una narrativa como la de México con el ‘nearshoring’”, dice Carlos Capistrán, economista para México y Canadá de Bank of America Merrill Lynch.
En un país que en el pasado sufrió fuertes devaluaciones, la fortaleza del peso mexicano frente al dólar es vista como una buena noticia. El presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador se refiere a esta tendencia como “el milagro mexicano”.
Dentro de lo favorable, señala la disminución del monto de la deuda externa contratada en dólares, si se mide en pesos; en contraposición, reconoce los menores ingresos de los exportadores. “Pero yo diría (que) es mejor un peso fuerte que las depreciaciones o la devaluación, en términos generales”, sostiene.
Rogelio Garcíamoreno, productor de maíz y sorgo y vicepresidente del privado Consejo Nacional Agropecuario (CNA), es a la vez un ganador y un perdedor del “superpeso”. “Están bajando las cotizaciones de muchos insumos en dólares (...). Esperamos comprarlos a mejor precio”, señala.
En cambio, la fuerza del peso penaliza las exportaciones de alimentos, como los granos. “Estos productos se cotizan en dólares. Al día de hoy (...) nos pega muy duro, porque recibimos menos pesos de lo que pensábamos”, explica Garcíamoreno.
El 80% de las exportaciones de México tienen como destino Estados Unidos, y sus dólares.
La apreciación del peso también impacta a las maquiladoras -fábricas de firmas extranjeras que trabajan con mano de obra local para la exportación-, un sector muy dolarizado de la economía mexicana que se asienta en la frontera con Estados Unidos.
Para esas empresas, “esta devaluación tan grande del dólar es mala porque necesitan más dólares para pagar la nómina y los impuestos” en pesos, explica Jesús Manuel Salayandia, vicepresidente de Maquiladoras de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
Sin embargo, los días del “superpeso” podrían estar contados. Los analistas financieros proyectan una ligera depreciación de la moneda, pues la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) se encamina a dos nuevas subidas de tasas de interés este año, mientras Banxico espera mantener su tasa sin cambios. Una reducción de ese diferencial podría afectar al peso.
Capistrán estima que hacia finales de año la moneda regresará a niveles de 19 unidades por dólar. Una depreciación del peso sería una buena noticia para Rosario Crisóstomo, enfrentada al alto costo de vida, pese a que la inflación ha retrocedido hasta 5,48% a 12 meses en mayo. “A nosotros nos conviene que suba de precio (el dólar), porque todo sube, la comida sube, pero nosotros ahora tenemos menos”, se queja.
Con información de la agencia AFP.