El dólar, sin duda alguna, es una de las divisas más importantes en todo el mundo. Esto debido a que múltiples empresarios, negocios y personas hacen a diario transacciones con esa moneda.
De hecho, hay algunos mercados que se rigen por esta divisa y que tienen relación estricta con otro indicador. Un ejemplo de ello es el precio del petróleo en Colombia, que es inversamente proporcional al precio del dólar. Es decir, si uno sube, el otro cae.
No solo en Colombia esta divisa tiene sus efectos, pues en países latinoamericanos también es un componente esencial de la economía, como por ejemplo en Perú.
Precio del dólar en Perú
El precio de la divisa es controlada por el Banco Central de Reserva, que es el emisor oficial de Perú y que establece el tipo de cambio para compra y venta.
El precio del dólar paralelo se cotiza a 3,54 soles para la compra y 3,58 soles para la venta. Respecto al precio en el mercado cambiario, este se encuentra en 3,810 soles para la compra y 3,845 para la venta.
La sesión del pasado 14 de julio cerró en 3,559 soles. En las casas de cambio, el promedio más bajo del precio es de 3.560 para la venta y de 3.545 para la compra.
Perú es uno de los países que cuenta con un dólar en constante caída durante los últimos meses. Cayó cerca de 4,2 % entre 2021 y 2022 y continuó con la tendencia. Según el portal Agencia Andina, esta divisa podría continuar en ese país en un precio en línea recta. Es decir, sin mayores fluctuaciones.
Otra de las decisiones que impactaría positivamente a esa divisa, tanto en Perú como en la mayoría de países que la utilizan, es la baja o el freno en la tasa de interés fijada por la Reserva Federal de Estados Unidos.
¿Qué explica los fallos en los pronósticos de precio del dólar en Colombia?
Pese a que se esperaba que el precio del dólar se mantuviera fuerte durante el primer semestre de 2023, factores externos e internos han llevado a la divisa estadounidense a depreciarse frente al peso colombiano, lo que hace a la moneda colombiana la que mejor desempeño ha tenido en Latinoamérica.
En ese sentido, Diego Rodríguez, managing director de Bosk Capital, explicó a SEMANA que se presentaron dos etapas. La primera es la del segundo semestre del año pasado, en la que coincidió con la llegada del primer gobierno de izquierda, y una apreciación del dólar a nivel global, que fue producto del aumento de tasas por parte de la FED, el inicio del ciclo alcista tardío por parte de Europa, Inglaterra e incluso Japón que aún no sube.
“Todo adicional a una necesidad de refugio en dólar a nivel global y a un mercado Colombiano que por su falta de liquidez y profundidad fue presa fácil de la especulación de fondos de cobertura (hedge funds) de NY y Brasil, principalmente”, agregó.
A su vez, el resto de las monedas de Latam (CLP, BRL, MXN) y sus mercados financieros terminaron el año de manera positiva, lo cual fue sorpresivo y marcó la pauta de lo que ha pasado en el primer semestre del año.
El peso colombiano se desalineó mucho de las otras monedas de la región, lo cual generó una oportunidad para comprar pesos colombianos baratos.
“Adicionalmente, la renta fija en Colombia fue castigada en exceso y dio una gran oportunidad de compra de bonos al 15 %, que con un dólar a $5.000 pesos brindó una tremenda oportunidad que fue capitalizada por inversionistas extranjeros y parece que por los fondos de pensiones locales también”, contó.