A Colombia le conviene que suba el precio del petróleo, pues la mayor parte de las exportaciones del país son minero-energéticas. Sin embargo, esa situación causa un efecto dominó en el mundo, pues el combustible toca a todos los sectores de la economía: el que va al teatro depende de un vehículo de transporte para trasladarse, el que trabaja en una fábrica tiene empleo porque hay una fuente de energía para encender los equipos y así habría muchos ejemplos.
Por esa razón, los países de la Opep+ (incluida Rusia) tienen la sartén por el mango y cualquier decisión allá causa un efecto dominó en todas partes. Pues estas naciones se reunieron este jueves para decidir si ajustan su producción de petróleo, luego del embargo impuesto por la Unión Europea (UE) al crudo ruso, lo que ubica a Moscú en una posición delicada dentro del grupo.
Hasta hace dos días, los analistas no pronosticaban grandes cambios en la producción a pesar de los llamados de los países occidentales a abrir los grifos para contener la inflación de precios, que se ha acelerado tras la decisión de la UE. En ese escenario el precio del petróleo iba en alza, por encima de los 100 dólares, y escalando más cada día.
Todos insistían en la voluntad de la Opep, liderados por Arabia Saudita, y sus diez socios, liderados por Rusia, de preservar la estabilidad de la alianza.
“Hasta ahora, el mercado suponía” que la Opep+ continuaría en la misma línea, con un aumento marginal del volumen de producción, de 432.000 barriles diarios en julio.
La estrategia fue lanzada en la primavera de 2021, para busca volver gradualmente a los niveles previos a la pandemia, y consistió en hacer un recorte drástico de la producción ante el desplome de la demanda vinculado a las restricciones y los confinamientos en el mundo.
Pero un artículo del diario The Wall Street Journal señaló que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estudian la posibilidad de excluir a Rusia del acuerdo que fija las cuotas de producción.
Este escenario permitiría a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos activar sus capacidades productivas, por ahora en desuso, para compensar parcialmente el vacío ruso y calmar el mercado.
Calmar el mercado
La posibilidad de que Rusia no esté en la alianza de los que abren o cierran la llave y la solución prevista por los demás miembros de la Opep parecía dar esperanza a los inversores. Así, los precios del crudo se redujeron ligeramente el jueves, cuando el WTI estadounidense se situaba en torno a los 114 dólares y el Brent del mar del Norte, a 115 dólares por barril.
Las especulaciones se disparan, con expertos como Stephen Brennock, de PMV Energy, que temen que no incluir Rusia en las cuotas “desemboque en el fin del entendimiento” iniciado en 2016 para regular el mercado.
Bjarne Schieldrop, del grupo Seb, evoca también una posible “ruptura de la Opep+” o al menos “una interrupción del sistema de cuotas” mientras Occidente tenga marginada a Rusia.
Los dirigentes de la UE acordaron el lunes un embargo progresivo del petróleo ruso que debe llevar a la suspensión de un 90 % de las importaciones antes de final de año.
Sin embargo, Hungría bloqueó el miércoles el paquete de sanciones, reclamando que se retire al líder de la iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kyrill, de la lista negra de la UE.
El Reino Unido también se comprometió a dejar de comprar hidrocarburos a Moscú antes de final de año y Estados Unidos impuso un embargo sobre el crudo y el gas.
“Rusia se ha transformado en un paria”, asegura el analista que ve “en la aparente intensificación de los intercambios diplomáticos entre Estados Unidos y Arabia Saudita” la señal de que “un cambio puede estar cerca”.
Hasta ahora, los sauditas no se han mostrado dispuestos a calmar el mercado.
Su jefe diplomático, el príncipe Faisal bin Farhan, afirmó en el Foro Económico de Davos que “el reino hacía lo que podía”, indicó la prensa económica.
“La situación es más compleja que simplemente añadir barriles al mercado”, dijo después de que los países industrializados del grupo G7 subrayaran “el papel clave” de la Opep+ ante la tensión en los mercados internacionales.
Los que deciden son los que ganan con un petróleo caro
La lentitud de las economías del Golfo alrededor del tema también se explica por los jugosos beneficios que obtienen con el barril de petróleo muy por encima de los 100 dólares.
En el primer trimestre, Arabia Saudita registró su crecimiento más fuerte en diez años.
Por ello, no está claro que se disipen rápidamente “las reticencias hacia una amplia apertura del grifo”, dice Susannah Streeter, analista en Hargreaves Lansdown.
Y señala que incluso queriendo, para la Opep+ no sería tan fácil compensar la producción rusa debido a las dificultades de algunos miembros para cumplir sus propias cuotas.
Como todo en la economía, las decisiones tienen un efecto en algún lugar del rompecabezas. Si la Opep abre el grifo, a Colombia le entra menos plata, porque de inmediato el precio del petróleo baja, pero la inflación global podría moderarse, lo que le conviene a todas las naciones, pues se abaratan los precios al consumidor.
Con información de AFP.