Las reuniones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados, llamados Opep+, fracasaron dos veces durante la semana pasada y el lunes, en un nuevo intento por llegar a un consenso en la producción de petróleo, volvieron a fracasar. De hecho, las discusiones entre los países se pospusieron de manera indefinida.

Precio disparado

A raíz de este panorama, los precios del petróleo se dispararon en la mañana de este martes, registrando niveles que no se veían hacía seis años –octubre de 2014– en el caso de la referencia West Texas Intermediate (WTI), hasta llegar a los US$74.

La llegada de la covid-19 al mundo, los múltiples cierres de países y el freno a la economía mundial provocaron un desplome en los precios del petróleo. En abril del año pasado, el WTI alcanzó a cotizarse por debajo de los US$17 y, desde entonces, ha logrado aumentar en más de un 415 por ciento.

El comportamiento del Brent en la mañana de este martes también registró buenos niveles, manteniéndose por encima de los US$76, casi cuatro veces más arriba del precio base que se registró en abril del año pasado, cuando marcó US$22,7 por barril.

¿Podría haber colapso de precios?

El exsecretario de Energía de Estados Unidos, Dan Brouillette, en diálogo con CNBC, aseguró que los precios del barril de petróleo podrían alcanzar los US$100 “muy fácilmente”, debido a las fallidas conversaciones de la OPEP+. “Es muy fácil ver que el petróleo alcanza los 100 dólares el barril, o, incluso, un precio potencialmente más alto”, afirmó.

Pese a esa afirmación, y como es factible en los commodities, Dan Brouillette indicó que es “igualmente posible” que los precios también colapsen. “Si no hay ningún acuerdo sobre la producción, y los países tienden a ir y hacer sus propias cosas, o hacer su propia producción, podría haber un colapso de los precios del petróleo”, dijo.

La principal causa de esta crisis en la Opep+ es el enfrentamiento entre los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, dos de los mayores productores de crudo del mundo y, además, dos países que ostentan un enorme poder dentro de la Opep.

Frente a la ruptura en la relación de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, Brouillette se mostró sorprendido: “Me parece sorprendente que los Emiratos Árabes Unidos se hayan alejado de Arabia Saudita, un antiguo aliado dentro de la Opep y la Opep+”.

Es de recordar que la Opep, en 2020, acordó frenar la producción de crudo en casi 10 millones de barriles por día, entre mayo de ese año hasta finales de abril de 2022. Esa decisión tuvo como objetivo hacerle frente a la menor demanda del commodity que hubo, a propósito de la pandemia.

En los recientes rounds, la Opep+ había buscado aumentar la oferta en 400.000 barriles por día, de agosto a diciembre de 2021, y tenía entre las propuestas extender la duración de los recortes hasta finales de 2022.

El experto en petróleo y vicepresidente de IHS Markit, Dan Yergin, afirmó a Street Signs Asia, de CNBC, que en el caso de que los precios del petróleo superen los US$100, esto no sería del interés de los países, pues destruirían la demanda del crudo, en un contexto en el que el mundo intenta migrar hacia fuentes de energía más sustentables.

“Creo que los países reconocen que el barril de petróleo de US$100 no les beneficiaría. (...) Verían que los gobiernos invierten más incentivos en los autos eléctricos y verían el impacto en la demanda”, afirmó Yergin.

Beneficia a Colombia

La economía colombiana depende mayoritariamente de los ingresos petroleros, por lo que unos ajustes al alza en los precios del crudo no le cae nada mal, siendo una situación muy favorable para el país. A comienzos de este año, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), proyectó un precio por barril de crudo Brent, en promedio, de US$63.

Además, el Gobierno estimó que, por cada dólar que suba el precio del barril del petróleo, más allá de los 63 dólares previstos, Colombia contaría con ingresos anuales de $500.000 millones al año, adicionales a los estimados.