Ricardo Bonilla, el economista que tomará la antorcha que dejó el saliente ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, se posesionará en el cargo el 1 de mayo.
Había una presión para que hablara, pues, de sus mensajes, dependerá que tan fuerte le pegue a los mercados los cambios hechos en el gabinete del presidente Gustavo Petro, y, en particular, el que supone la salida de Ocampo, que había logrado generar confianza.
Alistando motores para conducir la economía del país en un momento complejo, Bonilla concedió una entrevista en SEMANA en la que aún se muestra sigiloso para responder. No obstante, entregó algunas señales de la forma en que manejará la cartera de las finanzas públicas.
SEMANA. ¿Cuál será la ruta que seguirá, luego de recibir el Ministerio de Hacienda de manos de José Antonio Ocampo, que había generado confianza, pese a las dificultades que enfrenta la economía?
Ricardo Bonilla: Vamos a seguir por la senda de continuar bajando el déficit fiscal y el déficit de cuenta corriente. Esos déficit gemelos son los que tienen al país en una condición en la cual no logra la estabilidad económica.
Seguir en esa senda significa que, en materia de comercio exterior, buscar reindustrializar el país y lograr en el mediano plazo productos nuevos dentro de la oferta exportable, que ayuden a sustituir las exportaciones de petróleo y carbón.
SEMANA. Es partidario de que se siga con la política aplicada hasta ahora de no permitir suscribir nuevos contratos de exploración petrolera?
R.B. Existe un inventario de más de 200 contratos de exploración vigentes y de esos solo hay resultados en 12. Hacía 6 meses 40 estaban suspendidos. La pregunta crucial es ¿Qué pasó con los otros contratos?. Muchos se están preguntando si habrá o no nuevos contratos, pero ¿quién los está pidiendo y dónde?.
Los contratos vigentes ya tienen más de 7 millones de hectáreas. Hace varios años que nadie pide un contratos nuevos.
SEMANA. El manejo del Banco de la República es otro tema que genera expectativa con su llegada. ¿Cuál será su posición con respecto a la independencia del Emisor?
R.B. La junta directiva del Banco de la República es autónoma e independiente. Ese es uno de los logros de la Constitución del 91 y el Presidente es un ferviente defensor de la Carta Magna.
SEMANA. Ya se han aplicado políticas para el control de la inflación, que es el peor impuesto, principalmente para la población más vulnerable. ¿Qué más haría usted para controlarla?
R.B. Lo que está demostrado ya es que la inflación de alimentos comenzó a ceder y debe seguir así en la medida en que las cosechas empiecen a desarrollarse. Ha habido problemas climáticos y de desabastecimiento por situaciones relacionadas con déficit de los fertilizantes. La propuesta es volver a producir fertilizantes en Colombia y no depender del mercado internacional. Vamos a seguir por esa senda. Obviamente, eso no se remplaza tan rápido. Habrá que esperar uno o dos años.
Por lo pronto, en este año, la inflación de alimentos ya está bajando y esperamos que siga bajando.
Lo que sí nos va a poner problemas es la inflación relacionada con los precios de la gasolina.
SEMANA. Seguiremos entonces con aumentos mensuales en el precio de la gasolina, como hasta ahora, por el déficit del Fepec (Fondo de Estabilización de Precios de la Gasolina)...
R.B. Así es. El déficit del Fepec, hay que cubrirlo. Es un hueco muy grande y el que mayor impacta la Regla Fiscal (ley que obliga al país a llevar un manejo sostenible de las finanzas públicas). Si no existiera ese déficit uno podría hablar de la Regla Fiscal con mayor tranquilidad, pero con ese hueco no es fácil y el déficit hay que cubrirlo.
SEMANA. Hasta ahora no se ha incluido en los incrementos de precio al ACPM, pese a que algunos han mencionado que serviría para cubrir más rápido el déficit. ¿Qué hará usted?
R.B. Por ahora el ACPM no se va a incrementar. La razón es que impacta los precios de carga y de pasajeros, por lo cual, no sería bueno para la meta de bajar la inflación.
SEMANA. Otro tema complejo que tiene a la vista es el del escaso crecimiento de la economía que proyectan los organismos internacionales y analistas. ¿Con esa circunstancia cree que podría comprometerse a manejar temas claves para la gente, como el desempleo?
R.B. Tenemos que seguir trabajando dentro de las estrategias para la reactivación de la economía. La desaceleración es mundial. No es algo que esté exclusivamente en Colombia. En buena parte está explicada por la dependencia de la actividad privada de las importaciones y la baja producción nacional.
Lo que tenemos es que producir, trabajar en la recuperación de buena parte de la producción nacional.
SEMANA. La política que ha mencionado el gobierno con el empleo es que la riqueza se genera con trabajo. Pero hemos tenido un desempleo persistente, de más de dos dígitos. ¿qué otra cosa harán para enfrentar este fenómeno que puede torcer el rumbo de las demás metas?
R.B. Es probable que la tasa de desempleo siga bajando, pero sigue siendo muy alta. El problema es crónico en Colombia desde hace más de 60 años. Tenemos una de las tasas de desempleo más altas del mundo. Sin control. Nunca hemos llegado a una tasa del 5 %. La más baja que hemos tenido es del 7,6 % por allá en el año 94.
Bajar el desempleo es un tema que nos lleva necesariamente a la diversificación de la economía. Por esa razón, la estrategia más importante es la de la reindustrialización.
SEMANA. Más allá de hacer las cuentas, como lo hizo recientemente el Ministerio de Hacienda con la salud, va a tener alguna participación en lo que atañe a la reforma pensional. Lo digo por lo que puede afectar el mercado de capitales, teniendo en cuenta que las AFP invierten mucho.
R.B. Nosotros tenemos que revisar los costos fiscales, como función del Ministerio de Hacienda, para acompañar la reforma.
SEMANA. Sobre las cuentas que se hicieron en el Ministerio, acerca de costos de la reforma a la salud, ¿las va a revisar, están correctas, tiene algún reparo, cuál es la cifra?
R.B. Esa plata ya la pone el gobierno colombiano desde hace varios años.
SEMANA. ¿Son 113 billones de pesos en una década?
R.B. La reforma a la salud, en la práctica, sin pensar en la formalización del capital humano, esa reforma es a costo cero. Si revisamos bien las cuentas, son los mismos 80 billones que ya están en el gasto (Presupuesto Nacional).
SEMANA. El presidente Petro puso un trino pidiendo aplazar la elección del gerente de la Federación de Cafeteros. Una vez conocido el nombre, ¿Van a objetar la elección?
R.B. El presidente pidió que se aplazara el Congreso Cafetero para que el nuevo ministro tuviera la opción de conocer de primera mano qué es lo que ha pasado ahí y tomar decisiones. Ocampo recibió la instrucción de solicitar un aplazamiento de dos días para dar tiempo a que el nuevo ministro llegue y se haga cargo del asunto.
Sobre la objeción, es un tema que habrá que revisar después de que me posesione. Por eso la petición del presidente fue clara: aplacen para que se puedan examinar la situación.
SEMANA. Aparte de todas las políticas que aplicó Ocampo en estos 8 meses, qué agregaría usted ahora?.
R.B. En el terreno económico no hay mucho que introducir e innovar. Lo que hay es que mirar énfasis y, evidentemente, hay que mantener la senda de reducción del déficit fiscal y déficit en la cuenta corriente, y ahí, el examen más importante es lo que hagamos con el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, y si revisamos y cambiamos o no, la fórmula.