Una realidad que no puede pasar por alto fue la que reveló este lunes 12 de febrero el Dane, al presentar las estadísticas de población por fuera de la fuerza laboral.
El hecho de que el 36 % del total de los colombianos en edad de trabajar estuviera en esa condición en el último trimestre del año no es poca cosa. De regresar al mercado laboral, presionarían la cifra de desempleo, generando un mayor deterioro en las estadísticas que, de por sí, ya están aporreadas, pues, en diciembre, la tasa de desocupación completó cuatro meses con incrementos.
El personal por fuera de la fuerza laboral incluye a aquellos que decidieron no participar más del mercado laboral; por lo tanto, no son ocupados ni desocupados, pero no andan en busca de un puesto.
En esa categoría pueden estar los que se cansaron de tocar puertas por una oportunidad, los que recibieron un bien que les genera renta, que reciben remesas y con ello se mantienen o los que están estudiando.
Según el informe del Dane, la población por fuera de la fuerza laboral está conformada, mayoritariamente, por mujeres (el 47,6 % versus el 23,5 % hombres).
Más de la mitad se quedó haciendo oficio en casa
En la desagregación que hizo la entidad de las estadísticas se evidencia que la mayor parte de la población que pasó a estar fuera de la fuerza laboral se dedica ahora, en un 55,6 %, a los oficios del hogar, lo que, por lo general, se hace sin remuneración.
El 22,3 % reporta que migró hacia otra actividad, en la que entra desde el rebusque hasta una labor que genera ingreso suficiente para la manutención de un hogar.
Entre tanto, el 22,2 % pasó por estar fuera de la fuerza laboral porque decidió empezar a estudiar. Ahí están, por ejemplo, los jóvenes que terminaron su bachillerato y antes de seguir con la universidad trabajaron.
Lo que hay tras los resultados
El componente de la población inactiva, según las variables que incluye el mercado laboral, como lo organiza el Dane para establecer la tasa de desempleo, también constituye una alerta.
Camilo Pérez, director de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, presentó recientemente un análisis, según el cual “Colombia lleva 20 años de historia de los inactivos”, pero ahora se evidencia un incremento, porque, en el caso de los que reciben remesas, hay un millón de personas más.
Otro dato que puso sobre el tapete el analista económico es que se está extendiendo el tiempo de permanencia en la inactividad.
Sin embargo, el panorama de una economía con un crecimiento bajo y una inflación que, si bien ha estado a la baja, aún produce un fuerte golpe al bolsillo de los hogares, podría hacer que esa población inactiva retorne de forma masiva al mercado laboral, lo que para el experto “aumentaría el riesgo de ponerle más puntos a la cifra de desempleo”.
El desafío
Del crecimiento económico en 2024 depende mucho de lo que pase en el país, tanto en mercado laboral como en ingresos para impulsar el desarrollo de los colombianos.
Por el momento, la expectativa es que el impulso no sea superior al 2 %, lo que, para la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) “no sería suficiente para avanzar y solucionar los problemas y retos que tiene el país”.
De hecho, María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham, señala que, para lograr crecer más se requiere algo muy puntual: “Trabajar en aumentar el consumo de los hogares y la inversión, pues el primero representa el 80 % del crecimiento y el segundo, el 20 %”.
Detrás de todo está el empleo
En medio de todo está el mercado laboral, pues la gente consume si tiene ingreso.
“Para incentivar el consumo se requiere fomentar la inversión en los grandes sectores jalonadores de empleo como es infraestructura y vivienda. Adicionalmente, desarrollar un programa nacional para generar 500 mil empleos formales en conjunto con el sector privado y darle viabilidad a las empresas para que puedan dar resultados y crear más puestos de trabajo”. ¿Será que se puede?