A través de una carta enviada al ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, la representante a la Cámara, Carolina Giraldo Botero, propuso agregar al paquete de impuestos saludables que fue incluido en la reforma tributaria, el tabaco y los vapeadores, por considerarlos como productos de gran impacto para la salud humana.
La parlamentaria sustentó su propuesta con cálculos de la fundación Anáas, según los cuales, incrementar el impuesto al tabaco y hacerlo extensivo a vapeadores adicionaría al recaudo de la nación aproximadamente 1 billón de pesos.
Además, sería un doble propósito, como los demás gravámenes propuestos como saludables, que tocarán la comida ultraprocesada y los productos azucarados, para desestimular su consumo. Además de la cifra de recaudo citada por Giraldo Botero, también habría un efecto económico, por tratarse de una medida que ayuda a proteger la salud de los ciudadanos, con los cual, se reduce el gasto en el sector, por enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Salvar vidas
No en vano, según datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de implementarse el incremento al impuesto al tabaco, para el año 2033 se lograría salvar alrededor de 154.450 vidas. De la misma manera, al reducir las enfermedades atribuibles al tabaco se ahorraría un total de $ 58 billones. En otras palabras, se trata de una propuesta con un efecto económico innegable, incluyendo el aporte que harían a la productividad del país las vidas que se salvan y protegen.
Desde la perspectiva de Giraldo Botero, un gravamen al tabaco iría en línea con lo que hasta el momento han propuesto entidades internacionales, dentro de las cuales mencionó el Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En el ámbito nacional, el Instituto Nacional de Cancerología ha sido uno de los fuertes activistas contra el tabaquismo, el cual, según las cifras de la OMS, tiene relación con la muerte de más de 8 millones de personas. Lo más grave es que, de esas estadísticas, más de 7 millones de fallecidos se le atribuyen al uso directo del tabaco, pero la cifra restante: 1,2 millones de personas son víctimas, sin ser fumadores (por aspirar el humo ajeno).
En Colombia se han aplicado medidas que han llevado a que los fumadores estén en descenso. “Según la encuesta de calidad de vida del Dane, las mayores reducciones se hicieron visibles entre 2016 y 2021″, pese a que el impuesto al consumo de tabaco se creó en 2006 y posteriormente se ha ido modificado en varias oportunidades.
El nuevo ajuste
En el proyecto de ley de la representante a la Cámara se propone un ajuste a las tarifas del impuesto al consumo y tabaco elaborado. Así, “a partir del año 2023, las tarifas del impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado serán, para los cigarrillos, tabacos, cigarros y cigarritos, $ 8.400 en 2023 por cada cajetilla de veinte (20) unidades o proporcionalmente a su contenido.
Entre tanto, la tarifa por cada gramo de picadura, rape o chimú será de $ 669 en 2023.
En la propuesta se deja explícito que las tarifas se actualizarán anualmente, a partir del año 2024. Para ello, se establece que dicha actualización se basará “en un porcentaje equivalente al del crecimiento del índice de precios al consumidor (IPC) certificado por el Dane, más cuatro puntos”.
Para dar una idea del cambio propuesto, hay que recordar que en 2021, la certificación expedida en Colombia estableció las tarifas del componente específico de la siguiente manera: cigarrillos, tabacos, cigarros y cigarritos: $2.800 por cada cajetilla de 20 unidades o de manera proporcional a su contenido. Y la picadura, rape o chimú: $223 por cada gramo.
A dónde irá el recaudo
Será la Dirección de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda, la encargada de certificar y publicar, antes del 1º de enero de cada año, las tarifas actualizadas.
De igual manera, la iniciativa congresional establece que “los ingresos adicionales recaudados por efecto del aumento de la tarifa del impuesto al consumo de cigarrillos serán destinados a financiar la calidad y el acceso efectivo a los servicios de salud de la población colombiana.
El impuesto ad valorem
En cuanto al componente ad valorem del impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco, será de 10% de la base gravable.
Se enfatiza en que los precios de venta serán certificados por el Dane, según reglamentación del Gobierno nacional.
Imitadores del cigarrillo
Como en los últimos tiempos se ha venido incrementando el uso de imitadores de productos de tabaco, con el agravante de que muchos de los consumidores creen que no es nocivo para la salud, también se incluyó en el articulado una medida sobre el tema. De esa manera, a partir del 1º de enero de 2023, la base gravable del impuesto al consumo de sucedáneos o imitadores de productos de tabaco “estará constituida por el precio de venta al público certificado anualmente por el Dane”.
Y, la tarifa del impuesto ad valorem al consumo de sucedáneos o imitadores de productos de tabaco será del 150 % de la base gravable.
Ahora falta ver qué tanta receptividad tendrá la iniciativa en el Congreso de la República, donde hace trámite la reforma tributaria.