Luego de que S&P Global Ratings rebajara la calificación de Colombia desde BBB- hasta BB+ y le quitara el grado de inversión, hay incertidumbre sobre lo que vayan a hacer las otras agencias calificadoras.
Este viernes, Fitch Ratings publicó un documento en el cual sostiene que los “disturbios sociales” que está viviendo el país pueden afectar la recuperación económica, lo que sería negativo para la calificación soberana.
“Los bloqueos prolongados de las protestas pueden socavar el entorno operativo y retrasar el ritmo de las perspectivas de crecimiento económico y la inversión”, dice el documento de Fitch.
La calificadora añade que la duración de las protestas es otro de los factores que causaría que el crecimiento económico fuese menor al esperado.
“Los disturbios sociales prolongados pueden afectar el ritmo de la recuperación económica y preparar el escenario para mayores impuestos y menores tasas de crecimiento”, dijo la firma.
Teniendo en cuenta que el PIB de Colombia bajó un 6,8 % en 2020, Fitch proyecta un crecimiento de la actividad económica del 4,9 % para este año, impulsado por la reapertura gradual de la economía en medio de la coyuntura generada por el coronavirus.
“El PIB creció un 1,1 % en el primer trimestre de 2021, ayudado por un crecimiento positivo de la inversión del 1,4 % y un crecimiento del consumo del 1,5 %. Fitch espera un segundo semestre más dinámico, dependiendo del resultado de las protestas y la velocidad de los lanzamientos de vacunación”, dijo la firma.
Fitch proyecta un crecimiento del PIB del 3,8 % en 2022.
Ahora bien, si el crecimiento de Colombia se viera mermado, ya sea por la protesta social o por la pandemia del coronavirus, y fuera inferior al estimado por Fitch, la calificación crediticia del país se podría ver afectada y se pondría en riesgo, ahora sí de manera definitiva, el grado de inversión.
La calificadora también advirtió que las protestas sociales están afectando el desempeño de las empresas en Colombia, en especial aquellas relacionadas con la industria de los alimentos.
“Las marchas masivas en varias ciudades, los enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes, y los bloqueos de carreteras han afectado las cadenas de suministro y la movilidad. Todas las empresas se han visto afectadas por protestas que resultaron en bloqueos de carreteras y detuvieron la libre circulación de mercancías, afectando las cadenas de suministro de las empresas”, dijo,
Y es que Fitch tiene en la mira cuatro elementos que serán los definitivos para determinar el comportamiento de la actividad económica del país:
- Inestabilidad política y el resultado final de las marchas y bloqueos.
- La nueva reforma tributaria destinada a fortalecer la posición fiscal del Gobierno.
- La capacidad del Gobierno para promover el crecimiento económico y mantener los programas de asistencia social.
- Controlar la pandemia y el avance las vacunas contra la covid-19.
La misma calificadora advierte que en caso tal de que le quite el grado de inversión a Colombia, un gran número de compañías también vería sus valoraciones afectadas.
“Si Fitch rebaja la calificación soberana de Colombia en un nivel a BB+, el 40 % de los 20 emisores corporativos colombianos calificados bajarían. Estos emisores se dividen en dos grupos; aquellos cuyas calificaciones estén directa o indirectamente vinculadas a la calificación soberana de Colombia, y aquellos cuyas calificaciones están limitadas por el Country Ceiling”, dijo Fitch.
Algunas de las compañías que se verían afectadas serían Ecopetrol, Isagen, Grupo Sura, entre otras.
Como consecuencia de una eventual reducción en la calificación, las empresas colombianas tendrían menos espacio y mayores costos de financiación.
“Las empresas podrían tener menos espacio para aumentar la deuda o proteger aún más el efectivo mediante eficiencias operativas o el aplazamiento del gasto de capital y los gastos operativos”, dijo.
Se prevé que Fitch espere hasta que el Congreso apruebe una nueva reforma tributaria este año para tomar una decisión sobre las calificaciones del país.