A Colombia le siguen apostando con optimismo al crecimiento de la economía de 2021, pero la de 2022 ya no muestra el mismo ritmo en los pronósticos de los organismos internacionales.

El informe de ‘Perspectivas Económicas’ presentado este miércoles por la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyecta que la región desacelerará su ritmo de crecimiento en el 2022, a 2,1%, desde el 6,2 % previsto para el 2021.

Entre tanto, para Colombia, la Cepal estima un resultado de 9,5 % en el año que terminó y está la expectativa de una expansión de 3,7 % en la próxima anualidad.

Cepal presentó el informe de Perspectivas Económicas para 2021 y 2022. | Foto: Cepal

Con esas cifras, Colombia sería la cuarta economía con mayor crecimiento en América Latina, después de Perú (13,5%); Chile (11,8 %) y Argentina (9,8 %)

Argumentos de los vaticinios

La región se enfrenta a un año con múltiples complejidades, según CEPAL. Por un lado, existe una amplia incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, teniendo en cuenta el alto número de contagios generados por la variante ómicron, que ya es dominante en el continente. También, la baja inversión y la lenta recuperación de los empleos ha dado paso a una desaceleración del crecimiento económico. En tercer lugar, la persistencia de los impactos sociales causados por la crisis en países como Colombia, Chile o Ecuador generó efectos sobre las materias primas y el costo de vida. Y, por último, la existencia de un desequilibrio financiero y el aumento considerable de la inflación.

La pandemia será la primera causa de la desaceleración económica en Latinoamérica. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversión y productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las políticas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, afirmó la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, en una conferencia virtual desde Ciudad de México.

Los grandes retos económicos que se presentan para el nuevo año, según este organismo, se centran en los riesgos de un aumento en tasas de interés para reducir la inflación, en las depreciaciones cambiarias, como se evidencia en Colombia o México, y en los posibles deterioros en las calificaciones crediticias.

Según esta comisión, el crecimiento estimado representa una gran heterogeneidad entre países y subregiones: El Caribe crecerá 6,1 % (excluyendo Guyana); América Central crecerá 4,5 %, mientras que América del Sur solo lo hará en 1,4 %.

La inversión y la productividad continúan condicionando la posibilidad de tener una recuperación económica más rápida en la región. | Foto: Maciej Frolow

Por naciones se proyecta que Brasil, la economía más grande de la región, crecerá 0,5 %. México, por su parte, tendría una expansión del 2,9 %, mientras que Argentina crecería un 2,2 % para el 2022.

Bárcena explicó que la inversión y la productividad se han convertido en problemas estructurales que continúan condicionando la posibilidad de tener una recuperación económica más rápida. Además dijo que “se prevé un aumento en la informalidad y esto tendrá grandes impactos sociales, con un amplio retroceso en la región”, lo que puede llegar a aumentar el porcentaje de personas desempleadas.

Asimismo, mientras que en América Latina y El Caribe la inversión frente al PIB marca 19,5 %, en el mundo se evidencia un promedio de 26,8 %. Esto demuestra que, en palabras de Bárcena, la región enfrenta “una de las inversiones más bajas de las últimas tres décadas y, desde luego, la más baja de todo el mundo”.

CEPAL, por medio de un comunicado de prensa, hizo énfasis en la necesidad de ampliar y redistribuir la liquidez desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo, de proporcionar instrumentos innovadores que logren aumentar la capacidad de reembolso de la deuda y que eviten el endeudamiento excesivo y de integrar las medidas de liquidez y de reducción de la deuda para robustecer la economía.

Además, proponen que se debe revisar en conjunto las políticas monetarias y fiscales para priorizar la contención de la inflación que aumentó drásticamente en 2021. “Esto requiere utilizar políticas macroeconómicas coordinadas y el uso de todos los instrumentos a disposición, para priorizar adecuadamente los desafíos del crecimiento con la estabilidad monetaria-financiera”, aclara el organismo en un comunicado de prensa.

Mientras que en el 2021 América Latina y el Caribe mostraron un crecimiento económico mayor al que se tenía estimado, para el 2022 el panorama se muestra poco alentador y genera preocupación en los gobiernos, las instituciones y la población.