El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) define la inflación como la medida del cambio en el precio de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares del país conocido como canasta.
Esta canasta se determina a partir de la Encuesta Nacional de Presupuesto de los Hogares (ENP)-, que el Dane realiza cada 10 años. La última se realizó entre julio de 2016 y julio de 2017.
Tal canasta se organiza en 12 divisiones de gasto: Alimentos y bebidas no alcohólicas; bebidas alcohólicas y tabaco; prendas de vestir y calzado; alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles; muebles, artículos para el hogar y conservación ordinaria de la vivienda; salud; transporte; información y comunicación; recreación y cultura; educación; restaurantes y hoteles, y bienes y servicios diversos.
En ese sentido, todos los meses, el Dane registra el precio de los 443 artículos de la canasta. Para esto, visita diferentes canales de distribución en 38 ciudades del país, en dónde los colombianos adquieren bienes o servicios. Esto incluye a tiendas de barrio, supermercados, plazas de abastos, grandes superficies, establecimientos especializados en la venta de artículos y en la prestación de servicios.
Una vez se registran los cambios de precio, si suben o si bajan, para cada artículo en la canasta de bienes y servicios, se calcula la variación, entre un periodo de tiempo y otro.
En Colombia, la meta de inflación es fijada por la Junta Directiva del Banco de la República (JDBR). Esta meta hace referencia a la inflación de precios al consumidor a fin de cada año, la cual se mide como la variación 12 meses del Índice de Precios al Consumidor (IPC), calculado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
Vale la pena recordar que hace unos días, el Dane reveló reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a febrero de este año y en donde queda en evidencia que la inflación en el país continúa en alza, golpeando el bolsillo de los colombianos.
De acuerdo con el reporte entregado por la entidad, se evidencia que para el segundo mes del año este indicador se ubicó en 1.66 %, evidenciando un incremento de 0,3 % respecto a igual periodo en el 2022. Mientras que en el acumulado anual, en referencia a los últimos 12 meses, la inflación se ubica en 13.28 %, reflejando un aumento de 5.27 % si se compara con el año pasado.
Leonardo Trujillo, subdirector del Dane, indicó que para el caso de febrero y al comparar el indicador con el reporte de los últimos siete años, desde la pandemia se viene registrando un incremento mensual del IPC, acentuándose a partir de octubre del 2022. Sin embargo, se observa que entre enero y febrero ya se registra una caída en la inflación, debido a que en el primer mes del 2023 este se ubicó en 1,85 %.
El dato de la inflación estuvo por encima de las estimaciones del Banco de la República, que para febrero esperaba que se ubicara entre 0.70% y 1.65%; mientras que en el acumulado anual las proyecciones se situaban en un rango de 7 % y 10.60 %. Siendo en este último aspecto en donde más se evidencia la diferencia con respecto al reporte oficial entregado por el Dane.
“Haciendo una comparación histórica, notamos que no teníamos estos valores anuales similares desde marzo de 1999, cuando se presentó un valor de 13.51%”, acotó.
Dentro de las categorías que se analizan en el IPC, las que incidieron en el encarecimiento del costo de vida para el segundo mes del año fueron: alimentos y bebidas no alcohólicas, educación, alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, transporte y restaurantes y hoteles, que conjuntamente aportaron 1,36 puntos porcentuales a la variación total. Estas mismas categorías incidieron en la variación anual, al contribuir en 11,26 puntos porcentuales al acumulado que va desde febrero de 2022 a febrero de 2023.