Ver crecer la economía y no encontrar un puesto de trabajo es como tener una casa de adinerados sin que algunos de sus integrantes tengan para desayunar.
El Dane publicó el martes la cifra de crecimiento correspondiente al segundo trimestre del año. La cifra, del 17,6%, evidencia que la economía sigue reactivándose y que, pese al paro y al agresivo tercer pico de la pandemia que se postergó por varias semanas, el país avanza en su recuperación.
Un gran envión para llegar a este cifra estuvo sobre los hombros de los sectores de comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida. Y a estos le siguieron las actividades manufactureras y de entretenimiento y recreación, que aportaron por lo menos un 11,4 % entre abril y junio.
El ministro de Hacienda, Jose Manuel Restrepo, indicó que esta es la muestra de que la recuperación es bastante rápida y que, además, Colombia es uno de los pocos países que tuvieron un crecimiento del PIB real positivo (0,4 puntos porcentuales) con respecto al 2019. “Colombia es una de las economistas que mas rápidamente se acercan a la normalidad”, le dijo Restrepo a Blu Radio.
Sin embargo, el ministro recalcó que lo importante no es la cifra de crecimiento en sí, sino lograr que ese crecimiento genere empleo, pues esta es la única forma de generar ingresos a las familias colombianas. “Lo importante no es la cifra de crecimiento sino que esta cifra genere empleo”, indicó Restrepo.
De hecho esta es una preocupación de varios economistas, que incluso, viene generando preocupación desde antes de la pandemia.
Luis Fernando Mejía, director Ejecutivo de Fedesarrollo, es uno de los expertos que ha venido alertando por este fenómeno. “El crecimiento económico del segundo trimestre fue de 17,6%, en línea con las expectativas del mercado. Sin embargo, la economía se contrajo un 2,4% frente al trimestre anterior, lo que explica en parte el preocupante aumento en el desempleo (15,1% vs 14,5 en el 1er trimestre)”, indicó luego de conocer los resultados de crecimiento.
Mejía explica que cuando se presenta este rompimiento entre el crecimiento y el empleo, el país no logra traducir esa dinámica en bienestar y ,por lo tanto, las cifras de pobreza no reaccionarán con la velocidad necesaria.
Otro de los que se ha referido a esta preocupante situación es el exministro de hacienda y ahora candidato presidencial, Juan Carlos Echeverry. “Los datos de crecimiento, sin empleo, no pueden tranquilizar a nadie. La meta es el bienestar de 50 millones de personas y no simplemente que se produjo más que hace un año, cuando la economía estaba en cuarentena”, dijo Echeverry a través de Twitter.
Echeverry explicó que no hay mucho que celebrar, pues los colombianos no mejorarán su situación hasta que no se recuperen los empleos perdidos por la pandemia, pues esta es la única forma de que “haya plata en el bolsillo de la gente”.
“Los paros, de hecho, pararon la economía, produjeron enfermedad y muerte, y destruyeron los puestos de trabajo por los cuales tantos protestaron. Tenemos que reconocer esta ironía y no coger la lonchera a patadas”, concluyó.
Aunque esta es una situación que el país ya conocía, pues en el 2019 pese a que la economía creció a un 3%, la tasa de desempleo no bajó de los dos dígitos.
Este fenómeno no deja de inquietar sobre todo porque se ha identificado que la pandemia aceleró la transformación digital de las empresas y las llevó a que actualizaran sus procedimientos y procesos productivos, lo que generó que al final del día se regresaran a los niveles de producción de antes de la pandemia, pero con menos demanda de trabajadores.