El hidrógeno es un elemento químico basta te común, de hecho es el más abundante. Pero quizá no se le ha sacado todo el provecho y hoy se perfila como una alternativa importante en medio del
Este gas, que también se puede encontrar en estado líquido, tiene grandes propiedades, por ejemplo, posee tres veces más energía que la gasolina convencional, pero además de esto es considerada una fuente de energía limpia, pues libera agua en forma de vapor y, lo más importante, no produce dióxido de carbono.
Si bien tiene grandes beneficios ambientales, desafortunadamente su uso no es masivo y las tecnologías que permiten usar este gas como combustible, se utiliza muy poco. Uno de sus usos es en la industria espacial.
Uno de los factores que ha dificultado que su uso se masifique en otros sectores es que es altamente inflamable, característica que hace que su transporte y almacenamiento tenga grandes desafíos de seguridad.
Adicionalmente y pese a su abundancia, producir hidrógeno verde no es una tarea sencilla. Esto porque el hidrógeno se encuentra combinado con otros elementos. Al mezclarse con el carbono, por ejemplo, se generan los hidrocarburos, por lo que para extraerlo y utilizarlo como combustible es necesario separarlo de otras moléculas.
Esta separación no solo es demasiado costosa, sino que además demanda de grandes cantidades de energía. En este proceso se venían utilizando hidrocarburos para generar la energía, por lo que aunque el hidrógeno en si no es contaminante, la técnica para extraerlo sigue siendo contaminante para el ambiente, sobre todo porque se generan grandes cantidades de dióxido de carbono.
Sin embargo, con el avance de la tecnología se han desarrollado nuevas formas de producir este gas de manera más limpia. Por ejemplo, ahora se puede producir hidrógeno a partir de energías como la solas y le eólica, a través de electrólisis, es decir utilizando la electricidad para separar el hidrógeno del oxigeno, dando así origen al denominado hidrógeno verde.
Pero desafortunadamente esta técnica 100 % limpia es bastante costosa, si se compara con la manera tradicional de extraer el hidrógeno de fuentes no renovables.
No obstante, para muchos expertos el hidrógeno verde será el combustible del futuro y podría utilizarse extensiva mente en industrias como el transporte, la generación de energía, la producción de acero, entre otras.
De hecho, Bill Gates desatacó en su último libro “Cómo evitar un desastre climático” que el hidrógeno verde es la mejor innovación para hacerle frente al calentamiento global.
Actualmente, hay varios países que mandan la parada en la industria del hidrógeno verde. Australia, por ejemplo, construirá cinco megaproyectos, principalmente por la capacidad que tienen en energía eólica y solar. Se estima que el proyecto más grande que tendrá un costo de US$ 36.000 millones estará listo en el 2028.
Desde ya muchos expertos han asegurado que este país de Oceanía será “el Emiratos Árabes” del hidrógeno verde.
Otros de los países que mandan la parada son Países bajos, Alemania, China, Arabia Saudita y Chile. Cabe destacar que las grandes petroleras del mundo ven al hidrógeno verde como una de las alternativas más importantes en el marco de la transición energética.
En Colombia varios expertos hablan de un potencial importante para producir hidrógeno verde, principalmente está dentro de los 10 países que concentran el 46 % de las fuentes hídricas a nivel mundial y cuenta con gran potencial para generar energía eólica y solar, los dos factores necesarios para llevar a cabo el proceso de electrólisis.
De hecho, ya hay una alianza entre el ministerio de Minas y Energía y la multinacional Siemens para identificar las oportunidades del país en esta materia. Cabe destacar que Siemens es un es un aliado estratégico para Alemania en esta materia, por lo que tiene bastante experiencia.
También el año pasado fue aprobada la Ley de Transición Energética en el Congreso de la República y en la que se incluyeron beneficios tributarios para los proyectos de hidrógeno verde.