El comercio entre Venezuela y Colombia, uno de los pilares de la economía fronteriza de las dos naciones, ha sido de ires y venires a lo largo de las últimas décadas. Desde que se restablecieron las relaciones comerciales, económicas y políticas hace ya casi dos años, tras la llegada de Gustavo Petro a la Presidencia de Colombia, los diferentes pasos fronterizos han permitido la circulación de diferentes cargas comerciales que han dejado gran rédito para la nación.
Según cifras del Dane con corte al 31 de agosto de 2024, el comercio que pasó por el paso fronterizo del Norte de Santander alcanzó una cifra de 588,4 millones de dólares durante los dos años que lleva reabierta esta ruta comercial.
De esa cifra, solo en los primeros meses del año 2024, la entidad señala que se han podido alcanzar 277,8 millones de dólares en el comercio y en el paso de carga por el punto que comunica a Colombia con Venezuela. Casi la mitad de la cifra acumulada. Este comercio reportó un crecimiento del 64,3 % en comparación con 2023, cuando se estableció en 169 millones de dólares.
A nivel nacional, el Dane indica que el comercio total por todos los pasos fronterizos y por todas las diferentes vías de transporte alcanzó los 599 millones de dólares en los primeros siete meses del año. Estos reportarían un incremento del 37,7 % frente al mismo período del año pasado, en el cual se alcanzaron 435 millones de dólares.
Además del total de las cifras anteriores, el comercio de bienes no mineros energéticos logró llegar a los 566 millones de dólares, generando un crecimiento de casi el 38 % al comprarse con el mismo período de 2023. Los productos que Colombia importa de territorio venezolano se destacan en el carbón, insumos agrícolas, hierro y otros insumos claves para las industrias nacionales.
Otro de los aspectos que se ha logrado restablecer desde hace dos años son las rutas comerciales que conectan a Colombia con la República Bolivariana de Venezuela. En los últimos años, la intensidad en rutas de viaje se ha visto afectada por las crisis políticas que habían enfrentado las dos naciones.
Para 2022, cuando se da la llegada del nuevo gobierno, las diferentes aerolíneas del país iniciaron los respectivos trámites para establecer sus líneas de negocios y rutas aéreas con el objetivo de conectar a los colombianos y venezolanos que realizan diversas labores en las dos naciones.
A pesar del difícil momento político que afronta el país vecino, las relaciones comerciales y los procesos de compra y venta no se han detenido, generando un gran crédito a las empresas del país debido a las cortas distancias que tienen que enfrentar para poner sus productos en un mercado ávido y que presenta diferentes necesidades debido a las dificultades sociopolíticas que han enfrentado en la última época.
El Dane también espera que en los últimos meses del año las cifras en las importaciones y exportaciones que pasen por todos los puntos fronterizos del país aumenten en relación con el último trimestre de 2024.