No es necesario hacer sumas muy complejas para evidenciar que el recaudo tributario de 2023, que está cobrando los impuestos por las rentas recibidas por los colombianos en 2022, no estaría avanzando al ritmo de locomotora que debería, según las metas previstas en el Plan Financiero.
Aunque en los tres primeros meses del año se lograron recursos por 64,37 billones por cuenta de los aportes de los contribuyentes, lo que implica un crecimiento real de 6,5 % en comparación con lo recaudado en igual periodo de 2022, cuando a la bolsa pública fueron a parar 60,44 billones de pesos, hay que traer también a la mesa la meta total de recaudo prevista.
Para 2023, el Gobierno tiene la expectativa de conseguir 298,1 billones de pesos, según lo que se anotó en el Plan Financiero del año.
Con una cuenta simple, de servilleta, se puede estimar que, si partiéramos del supuesto de que cada trimestre del año aportara la misma cantidad, significaría que cada tres meses se necesitarían 74,5 billones de pesos para que se lograra la cifra estimada.
Son varias las voces que vienen mencionando la estrechez que trae el recaudo tributario en Colombia, pese a que, en el momento en el que se tramitaba la reforma tributaria del inicio del gobierno de Gustavo Petro, se hacían advertencias, según las cuales, esta administración manejaría mucha plata y hasta ese momento no se había expresado con claridad lo que haría con ella.
De hecho, en este año entra en vigencia la medida introducida en la reforma tributaria del anterior gobierno, según la cual, el impuesto de renta que rige desde esta anualidad, es del 35 %, tarifa que quedará de manera permanente, según se estableció en la siguiente reforma (la de Petro).
También entraron en vigencia ya algunas medidas nuevas, que empezaron a aplicar desde el primero de enero, como la retención en la fuente reorganizada, que se introdujo en la reforma tributaria de finales de 2022, con el objetivo de introducirle progresividad al pago de impuestos (que pague más el que tiene más ingresos), según sostuvo en su momento el Gobierno.
Aún así, voces como las del exdirector de la Dian Lisandro Junco han puesto en el horizonte el hecho que el recaudo tributario, en los últimos cuatro meses de 2022, ya venía mermando, en parte, por las dificultades que ha enfrentado la economía (desaceleración).
En consecuencia, las cifras ya, desde el año pasado, no lograban el dinamismo que se esperaba, tendencia que se habría mantenido en el primer trimestre de 2023, según sostuvo Junco.
¿Cómo va el pago de impuestos en el trimestre?
Según el informe de recaudo tributario de la Dian, el cual, por demás, se está divulgando de forma más escalonada que antes, entre enero y marzo, el 82 % de los ingresos públicos provenientes del aporte de los contribuyentes los puso el pago de impuestos relacionados con la actividad económica interna. En términos reales, lo que más aportó fue el impuesto de renta, que puso 23,6 billones de pesos, lo que equivale a una variación de 11,9 % frente a igual periodo de 2022. Le siguieron, el impuesto a las ventas, con 16,7 billones de pesos, y en tercer lugar, el ingreso proveniente de las aduanas, que aportaron 11,5 billones de pesos.
Sin embargo, Camilo Herrera, experto en temas de consumo, también ha realizado cuentas que muestran las disminuciones que estaría teniendo el recaudo tributario
De acuerdo con las cuentas de Herrera, el ingreso por impuestos lleva un incremento de 24 y no del 30 %, como estaba previsto en el Plan Financiero 2023.
Llegan las preocupaciones por falta de plata
El problema de no lograr la meta de recaudo tributario, que es el ingreso principal con el cual se financia el Estado, es que, a la vista está una amplia necesidad de financiamiento, con las reformas que tiene en trámite el Gobierno, las cuales son parte del plan para hacer realidad el cambio que ha propuesto el presidente Gustavo Petro. No solo en materia de salud y pensiones, sino en temas laborales y agrarios.
El ministro de Hacienda ha dado señales de que, al llegar a tomar las riendas de esa cartera, si bien pudo confirmar que la reforma hecha va por buen camino, porque ”aumenta la tributación de personas naturales, todavía no sería suficiente”. En parte, se refería a la búsqueda de la equidad y la progresividad en el pago de impuestos. Por lo cual, “en el mediano plazo tendría que balancearse con la tributación corporativa que hoy es muy grande”, dijo Ricardo Bonilla.