Apenas ha pasado un día desde que se radicó el proyecto de reforma a la salud en el Congreso de la República, que fue presentando en medio de la incertidumbre y advertencias que llegaron desde diferentes gremios por los impactos que traerá sobre este sector del país, y no paran de llover las críticas al Gobierno nacional, por las repercusiones económicas y administrativas y la falta de claridad sobre de dónde saldrá la plata para ejecutar los cambios que se buscan.
Después de muchos comentarios, Colombia conoció oficialmente el texto de la reforma a la salud. En 180 páginas y 152 artículos se plantea el nuevo modelo para el sector. Y aunque hay detalles más técnicos, lo primero que hay que tener presente es que se necesita un período de transición, aunque según lo explicado, se van a garantizar los tratamientos y medicamentos sin que algún paciente tenga que interrumpirlos.
Así mismo, vale la pena resaltar que mientras no se pase de forma ordenada y se dé el proceso de “empadronamiento” en los Centros de Atención Primaria Integral Resolutiva en Salud (Capris), las entidades promotoras de salud (EPS) seguirán funcionando. La Superintendencia Nacional de Salud controlará y ordenará “las acciones necesarias para salvaguardar el derecho vulnerado y puesto en riesgo” a través de una medida cautelar por medio de acto administrativo.
Esta reforma promete hacer un revolcón a todo el sector salud en Colombia, no obstante, análisis de algunos expertos sostienen que hay que hacer claridad frente a cómo se conseguirán los recursos que se necesitan para hacerlo realidad, ya que le saldría bastante caro al país y no se puede poner en riesgo la atención de miles de ciudadanos en toda la geografía nacional.
Uno de ellos es el exministro de Salud, Jaime Arias, quien sostuvo que es necesario tener presente la realidad financiera del Estado y del sector salud, puesto que los recursos son escasos y se pretenden realizar muchos cambios, que si bien son positivos, no se explica cómo serán financiados y, por tanto, se genera mucho ruido sobre si son viables y si pueden ser ejecutados.
“Muchas de las iniciativas que se ven en el articulado implican erogaciones fuertes y entonces mi preocupación es si ya el Ministro de Hacienda conoce eso y las ha estimado, en puntos como tener claridad sobre el costo total para el país de los Capris, con todo los odontólogos, médicos y hasta psicólogos, ya que eso tendrá que salir de algún lado y es necesario que se revise con detalle”, indicó el actual rector de la Universidad Central.
En palabras de Arias, “me dicen que el exministro Fernando Ruiz hizo un cálculo de lo que podría costar y serían cerca de 8 billones de pesos para montar esto en todo el país. El otro costo del que no se ha hablado es que con los recursos que tienen dentro del sistema y se paga la Unidad de Pago por Capitación (UPC), pues no se puede atender todo lo que el gobierno dice que debe atenderse. Este sistema está en déficit”.
Otra de las apreciaciones sobre este tema es la del exministro de Salud Fernando Ruiz, quien fue uno de los participantes de un foro que adelantó la Procuraduría General de la Nación el pasado lunes 13 de febrero, sobre la reforma que impulsa el Gobierno nacional y sostuvo que literalmente “están jugando con candela”.
Este experto se refirió inicialmente a los avances que ha tenido el sistema de salud en Colombia durante las últimas décadas y dijo que “en 1990 en Colombia teníamos 666 hospitales públicos y mixtos, existían los mixtos. Hoy en día tenemos más de 1.000 hospitales públicos”, sostuvo, haciendo referencia a un estudio sectorial de salud que se hizo en los 90.
Recordó que para 1990 había 202 hospitales privados, mientras que en la actualidad hay más de 12.000. En total, señaló que hay 15 hospitales colombianos entre los mejores 45 de toda Latinoamérica. Es decir que un tercio se encuentran en el país y recordó que “el cuerpo de trabajadores de la salud hoy son 1.003.000 colombianos. Esa es la dimensión y esa es la responsabilidad que tienen el Gobierno nacional y el Ministerio de Salud frente a este sistema”.
“Estamos jugando con candela. Lo puedo decir con toda tranquilidad: no hay proyecto político que pueda aguantar un colapso de un sistema de salud como el colombiano”, puntualizó Ruiz y señaló que los ciudadanos están acostumbrados a que el sistema les responda adecuadamente a bajos costos.
Fernando Ruiz planteó finalmente varios interrogantes y señaló: “¿con qué vamos a responder? ¿Con la Adres? La Adres funciona con el mismo sistema de información con el que funcionaba el Fosyga hace 20 años”, haciendo referencia a que se necesita plata para ejecutar la reforma y que por ahora las cuentas no cuadran.