Son muchos los interrogantes que rodean la propuesta de reforma pensional del actual Gobierno, donde la mayoría de las preocupaciones se centran en si esta es una solución a los problemas estructurales del sistema, o si el sistema de pilares que la conforman apuntan a la sostenibilidad y brindan garantías a los colombianos que actualmente cotizan y que esperan lograr, dentro de 20 años, alcanzar la anhelada pensión.
Oliver Pardo, director del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, encuentra “varias banderas rojas” en el borrador escueto presentado por el Ministerio del Trabajo. Sin bien, reconoce que el interés del gobierno Petro es justificable frente a las condiciones actuales del sistema pensional, los tres pilares va más encaminado a brindar soluciones en el corto plazo, mientras que sus efectos en el largo plazo serían “desastrosos”.
“Eso suena muy bien en principio, pero la cuestión es: ¿de dónde va a salir la plata? No creo que haya recursos tributarios para financiar ese pilar solidario, lo que va a suceder es que se hará con los aportes de los que cotizan en Colpensiones. Es decir, que parte de lo que recaude Colpensiones va a ir a ese pilar”, apuntó.
Este mismo planteamiento lo comparte Hernando Zuleta, economista y docente de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes. “Al parecer, la idea del Gobierno es utilizar las nuevas cotizaciones que van a llegar a Colpensiones para pagar los subsidios de quienes no alcancen a cumplir las semanas de cotización. Eso es endeudar, porque el Gobierno lo que va a hacer es adquirir deuda con los trabajadores a medida que estos coticen. Es decir, lo que se va a hacer es financiar con deuda este subsidio”, resaltó.
Para ambos académicos, el primer pilar de la reforma es un riesgo para la sostenibilidad del sistema, y a su vez envía un mal mensaje a la formalización laboral. “Este pilar genera un problema de incentivos porque quien esté en la informalidad y tenga la edad para pensionarse, pero no haya cotizado, va a recibir este subsidio”, apuntó Zuleta.
En este sentido, sugieren al Gobierno “ser racionales” frente al monto del subsidio, no solo por los impactos que tendría en el largo plazo para el sistema pensional, sino, también, para las finanzas públicas. “Esto en el largo plazo va a tener un impacto sobre las finanzas de Colpensiones y sobre las finanzas del Estado, por que se tiene que responder por quienes están cotizando hoy”, dijo Pardo.
Ajustes en el segundo pilar
Hay dos aspectos que inquietan a los académicos frente a este pilar. Por un lado, el umbral del salario a cotizar pensión en Colpensiones, y por el otro, los altos subsidios a las altas pensiones y la tasa de reemplazo.
Sobre el tope de los ingresos, en vez de hasta 4 salarios mínimos mensuales, se baje hasta 2 salarios mínimos mensuales legales vigentes. “El problema con el umbral planteado en la reforma es que casi no va a haber aportes que vayan al ahorro, en consecuencia se va a disminuir el volumen del ahorro pensional”, expresó Pardo.
Mientras que en el caso de los altos subsidios a altas pensiones y la tasa de reemplazo, si se mantienen como están actualmente, la reforma no podría lograr los impactos que espera el gobierno Petro, sino que, por el contrario, profundizaría el hueco pensional. Por lo que, advierten los académicos que los dos primeros pilares generan un conflicto para el sistema pensional, si dejan tal como están planteados.
“Al menos que usted sea una persona muy rica o gane más de cuatro salarios mínimos y que haga cotizaciones altas en Fondos Privados, la posibilidad de que le paguen la pensión va a depender de que el Gobierno, en el futuro, siga subiendo los impuestos o haga reducciones en otros gastos para que pueda destinar más recursos del Presupuesto Nacional para pagar las pensiones”, advierte Zuleta.
Fondos privados de pensiones
Sin duda, los más perjudicados con este borrador de la reforma pensional son los fondos privados de pensiones, en especial las Administradoras de las Fondos Privados (AFP), que venían disfrutando de altas rentabilidades, y como lo describe Pardo, “estaban acomodados al status quo y pensaron iba a mantenerse así”.
Sin embargo, el problema que plantea el tercer pilar está relacionado con las afectaciones que sufrirían los fondos privados de pensiones en el mercado de capitales, todas vez que las AFP se mueven en la bolsa, invirtiendo el ahorro de los cotizantes. Entonces, al migrar los cotizantes con ingresos de hasta 4 salarios mínimos hacia Colpensiones, donde este nicho representa para los fondos privados su mayor grupo de afiliados, prácticamente estas empresas se quedarán sin capacidad financiera para operar.
“El escenario en que el estamos ahora de una propuesta de reforma al sistema pensional con muchos riesgos e inquietudes explica las inquietudes de las AFP y porque estas van a tener que ir hacia un sistema pensional donde la remuneración tengan no sea tan dependiente, ni tan fácil, ni tan de alto riesgo”, sostuvo Pardo.
En definitiva, la propuesta de reforma pensional tiene todos los ingredientes para ser todo, menos una solución integral, pero sí convertirse en un gran riesgo para Colpensiones, que podría terminar como el liquidado Instituto de Seguro Social (ISS). “Esta es una reforma que en el largo plazo va a tener efectos nocivos y en donde muchos van a perder”, puntualizó Zuleta.