Belizza Janet Ruiz Mendoza se posesionó como la nueva viceministra de Energía y llega como apoyo clave para la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien en menos de un mes en el cargo ha sido protagonista de múltiples polémicas por sus declaraciones en torno al sector mineroenergético.
El gran desafío que tendrá la nueva viceministra será el de apoyar el proceso para acelerar la transición energética de Colombia y liderar la formulación e implementación de las políticas públicas necesarias para avanzar en esta línea, según indicó el Ministerio.
En ese tema, el Gobierno del expresidente Iván Duque dejó la vara bastante alta y, al mismo tiempo, un camino abonado. Al 7 de agosto de 2022, Colombia contaba con una capacidad construida de 1.015,4 MWp en energía solar y eólica, que es 36 veces mayor a la que había en agosto de 2018 y representa cerca del 5,8 % de la matriz energética.
Esta capacidad está distribuida en 27 granjas solares, tres parques eólicos en La Guajira (Jepirachi, Guajira I y Wesp 01), diez proyectos de autogeneración a gran escala y más de 3.000 proyectos solares de autogeneración a pequeña escala en diferentes regiones del país.
Además, existen proyectos de energía solar y eólica que superan 5.000 MWp en trámites de consultas previas, licenciamientos y permisos ambientales, adquisición y llegada de equipos. También hay alrededor de 900 MWp en construcción que aumentarán la capacidad instalada de energía renovable no convencional del país en los próximos años.
También se destacan las hojas de ruta que ya tiene Colombia para avanzar hacia la producción de hidrógeno verde y azul y la generación de energía eólica en el mar, además de los dos primeros pilotos de geotermia en el departamento del Casanare.
Belizza Ruiz es ingeniera electricista de la Universidad Nacional de Colombia y cuenta con una maestría y doctorado en Ingeniería de la Energía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Así mismo, tiene tres posdoctorados en energías renovables, también de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Como parte de su hoja de vida, el Ministerio de Minas y Energía destaca que, desde 2000, la nueva viceministra “ha estado comprometida con la transformación energética a través del uso de fuentes de energía renovable, cuyos trabajos de investigación emprendidos lo demuestran”.
De hecho, la tesis de su pregrado versó sobre las energías alternativas en la política energética colombiana, un camino que continuó en sus estudios de posgrado y posdoctorado, proyectados también a países como México y Brasil. La especialidad de Belizza Ruiz ha sido la promoción de las fuentes de energía renovable mediante mecanismos de incentivo en diferentes esquemas de mercados eléctricos.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el viceministerio de Energía no solo se encarga de las energías renovables. También deberá estar a cargo de los temas de hidrocarburos, energía eléctrica y combustibles líquidos en el país.
En varias oportunidades, la ministra Irene Vélez ha manifestado que durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro no se firmarán nuevos contratos para exploración y producción de petróleo y gas, pero sí se van a priorizar los más de 170 contratos que hay firmados hoy en día.
¿Una esperanza para el sector energético?
La llegada de una experta en energías renovables al Viceministerio de Energía sería un aliciente para el sector energético, ya que diferentes empresarios han manifestado su preocupación por el poco conocimiento que tiene la ministra Irene Vélez en temas claves de la industria. Incluso, han llegado a asegurar que no es una “aliada” del sector minero energético, sino que, más bien, parece su “enemiga”.
Recordemos que la ministra Irene Vélez es filósofa, investigadora activista y profesora titular de la Universidad del Valle. El Ministerio de Minas y Energía destaca, como parte de su hoja de vida, que se ha dedicado al estudio crítico y participativo de conflictos ambientales y agrarios.
También cuenta con experiencia en temas relacionados con la contaminación por mercurio en contextos mineros, los impactos del uso de agrotóxicos, el despojo del agua y de la tierra, la soberanía alimentaria en ambientes rurales y étnicos, y la paz ambiental.