Mucho de lo que se habla en Colombia de los venezolanos está basado en mitos y conjeturas: “Que la mayoría trabaja en plataformas como Rappi, que en general viajaron solos, que están de paso hacia otros países, que para nuestro país migraron los menos preparados”. Todo eso dejará de ser parte de la percepción y pasará al terreno de las estadísticas.
El DANE emitió el primer resultado del estudio Pulso de la Migración, en donde recoge las realidades de lo que está viviendo esta población en nuestro país, con lo cual se aspira a hacer una política para migrantes más eficiente y, en definitiva, “humanizar el fenómeno”, como lo destacó el director Juan Daniel Oviedo.
Las razones de una estampida
Si ha habido una población vulnerable durante la crisis sanitaria causada por la covid-19 ha sido la de los migrantes venezolanos, que salieron de su tierra presionados por la situación política y económica del vecino país. A algunos se les ve en las rejas de los conjuntos residenciales pidiendo ayuda. Otras veces duermen debajo de los puentes, incluso con bebés en brazos. Se suben en los vehículos de transporte público a contar sus penas y unos pocos están trabajando en nuestro país, ya sea en cargos formales o, simplemente, en el rebusque.
¿Es lo que vemos igual a lo que dicen los datos? Según lo recogido por el DANE, el 92,1 % de ellos vinieron en busca de mejorar sus condiciones. Un 19 % reveló que salió de su país por la inseguridad en medio de la cual vivían, tanto en el terreno vital –seguridad alimentaria– como en la seguridad en las calles.
Con el Pulso de la Migración ahora se tiene una foto más nítida de los venezolanos, más allá de lo general que se tenía en el visor: los estimativos dan cuenta que 5,7 millones de ciudadanos salieron del vecino país hacia distintos destinos del mundo en busca de una oportunidad para seguir con sus vidas. Algunos quizá con la intención de volver, pero, de los 1,8 millones que hay en nuestro territorio, el 94 % dijo en la investigación del DANE que permanecería en el país, al menos durante el próximo año.
Poco aseguramiento
Los venezolanos, si no tienen trabajos con una remuneración estable, mucho menos tienen seguros. Es así como una de las conclusiones de la encuesta es que el tema de la salud sigue siendo uno de los mayores desafíos: el 70 % de esta población no está afiliada al sistema colombiano debido a la falta de empleo fijo. Y eso que su prioridad, al trabajar, ni siquiera es el ingreso, sino el aseguramiento a la salud, de acuerdo con los resultados del estudio.
Más educación de la que pueden demostrar
Otro de los datos que no se pueden perder de vista es que el 93 % tienen formación educativa, ya sea técnica, tecnológico o profesional, pero no han podido homologar sus estudios en el país. Esto fue destacado por Peter Siegenthaler, gerente de País para Colombia del Banco Mundial, entidad que apoya la realización de Pulso de la Migración, al igual que la Universidad del Rosario. “Es una oportunidad perdida de capital humano”, dijo el experto.
Hay violencia psicológica contra ellos
El director del DANE destacó el dato hallado alrededor de la violencia psicológica contra los migrantes, como aterrador: el 24,7 % de los migrantes están expuestos a diversos tipos de violencia, ya sea física o psicológica, de parte del jeje o compañeros de trabajo. En el total nacional, ese maltrato laboral es del 7,9 %, lo que implica que “están expuestos 3 veces más a la violencia en el trabajo, en comparación con los colombianos”.
Pulso a la Migración, en consecuencia, deja evidencia de que hay muchos aspectos en los que hay que reflexionar, en relación con este fenómeno.