Al iniciar su participación en el Congreso de la SAC, el gremio de los agricultores, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, aseguró que “vale la pena iniciar la discusión para modificar la regla fiscal”, lo cual no solo implica una fuerte contradicción con su reiterado discurso de respeto por esa norma, sino que puede poner en peligro la reputación del país en cuanto al manejo de sus finanzas públicas.
En septiembre pasado se desató una polémica cuando el director de Planeación Nacional, Jorge Iván González, aseguró que junto con colegas del Ministerio de Hacienda estaban evaluando cambios a la regla fiscal, a la que calificó como “muy inflexible”. Su argumento era el de abrir espacio para tener más recursos para temas medioambientales, pero rápidamente Bonilla lo desmintió y dijo que esa era una discusión filosófica y que su compromiso era mantener la regla fiscal, la cual establece límites al endeudamiento y al déficit fiscal.
Sin embargo, el jefe de la cartera de Hacienda parece haber cambiado de opinión tras el pronunciamiento del presidente Gustavo Petro, quien luego conocerse la caída del 0,3 % del PIB en el tercer trimestre aseguró que “el pensamiento fundamentalista neoliberal, que provoca una estricta fórmula de marco fiscal, de regla fiscal, que el mismo que la construyó, la violó, pues no debe mantenerse en el país”.
El presidente y el ministro coincidieron en el tema, luego de que la inversión privada se contrajera, lo que, a juicio del mandatario colombiano, debería llevar al Estado a subir la inversión pública para evitar una catástrofe económica. En el tercer trimestre, la inversión cayó 11 %.
El jefe de las finanzas públicas sostuvo que, sin embargo, tendrá que ser el Congreso y no el Gobierno por decreto, el que apruebe cualquier modificación al respecto. En su pronunciamiento, Bonilla recordó que ya en pandemia se había suspendido la regla fiscal, idea que también fue expresada por Petro al decir que “es tan estricta que el mismo que la construyó la violó”.
El cumplimiento de la regla fiscal no es solo una cuestión de buenas prácticas para el manejo de las finanzas públicas, es también uno de los indicadores que evalúan constantemente las agencias calificadoras de riesgo y los inversionistas locales e internacionales. La sola mención de su incumplimiento genera nerviosismo en los mercados y puede tener impacto sobre la tasa de cambio, la deuda pública, las acciones y el riesgo país.
En todo caso, el ministro de Hacienda dijo que “hay que pensar en mirar alternativas” y al igual que Petro enfatizó en la necesidad de “reactivar la inversión”.
Mala idea
La propuesta de Petro y Bonilla para cambiar la regla fiscal tuvo reacciones inmediatas. Una de las primeras fue la del exministro de Hacienda José Manuel Restrepo, quien la calificó como una “mala idea”.
“Mala idea sería volver a la equivocada propuesta de modificar la regla fiscal para con ello pretender una reactivación basada solo en la inversión pública”, dijo Restrepo en su cuenta de X.
Explicó que esto resta credibilidad a la política macroeconómica y no es mensaje de “macroprudencia, a menos que, como lo permite la regla fiscal, exista un hecho coyuntural y extraordinario como la pandemia de la covid-19 para enfrentar un choque inesperado con una suspensión temporal de ella. Asunto que no es del caso hoy”.