Ante la cercanía de la fecha para que la reforma tributaria sea sometida a votación y aprobación en las comisiones económicas del Congreso de la República, tendrá que ser clave que se dirima la diferencia entre el ministro de Hacienda José Antonio Ocampo y el gremio de empresarios Andi, liderado por Bruce Mac Master.
Sobre todo, porque los colombianos también necesitan la claridad acerca de quién tiene la razón.
Esta semana, mientras el ministro Ocampo divulgó un estudio según el cual, esa cartera había realizado un cálculo de la tasa efectiva de tributación que tienen las empresas, el presidente de la Andi salió al quite.
En las cuentas de Ocampo figura la cifra de 25,5 %, que sería la tasa de tributación actual del empresariado, la cual, pasaría a 29,4 %, si se llega a aprobar la reforma tributaria.
Los beneficios tributarios que se han ido introduciendo en el país, para aplicar estímulos a ciertos sectores, y promoverlos así a que crezcan y generen empleo, serían las causas por las cuales, el cálculo del ministro tendría toda la lógica.
“La metodología que está utilizando la Andi tiene varios errores. El primero de ellos es que la tasa que pagan las empresas tiene unos descuentos tributarios que reducen el monto efectivo que pagan en impuestos. El segundo punto a tener en cuenta es las utilidades después de impuestos no necesariamente se les entregan a los socios, algunas las retienen. Por último, en las cuentas de la Andi hay una cantidad de impuestos que suman, que el ICA, que la seguridad social, el 4 x 1.000. Todos esos son costos de producción y, a nuestro juicio, lo pagan los consumidores, no se pagan de las utilidades de las empresas”.
En medio del debate sobre lo que pagan efectivamente las empresas, la Andi había dicho que “las cifras que han presentado en el contexto del debate a la reforma tributaria gozan de “total idoneidad” y que por el contrario, la cuenta que está desfasada es la del ministerio. “Mientras que el ministerio muestra tarifas efectivas únicamente de renta (afectadas por dos impuestos), la Andi usa la metodología de government take para sus cálculos, la cual comprende todos los impuestos, tasas y contribuciones. Cualquier análisis del efecto tributario sobre la actividad empresarial debe tener en cuenta la totalidad de los impuestos que se pagan”.
Las diferencias son amplias, pues mientras la Andi considera que pagan un 67 % entre todos los impuestos, el ministerio dice que no hay tal. El dilema tendrá que ser resuelto, pues el gremio de empresarios dice que se hace necesaria la claridad, para poder establecer los impactos por sector, y se logre apreciar mejor aquellos que gozan de mejores beneficios tributarios.
Mientras tanto, desde los dos bandos siguen enfrascados en su posición. La Andi dice que el ministerio “compara cifras que no son comparables”, y el ministro enfatiza en que esa cifra cercana al 70 % de impuestos que los empresarios dicen pagar hay que revisarlos a fondos, pues en el análisis de esa cartera la cifra no llega ni al 30 %.
La Andi también hizo reparos a los tratamientos diferenciales entre los inversionistas extranjeros y los locales. “Cuando se presentan los cálculos de tarifa nominal de renta, por lo general, se utiliza la tarifa máxima de dividendos para comparar la neutralidad del impuesto cobrado a los nacionales frente a los inversionistas del exterior. Un tratamiento más favorable al inversionista extranjero genera situaciones de inequidad horizontal e invita a la utilización de estrategias de planeación tributaria”.
Hay que recordar que el empresariado colombiano levantó la mano en 2021, cuando el país se encendió en contra de la reforma tributaria del entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Aceptaron una tasa de tributación del 35 % sobre la renta, la cual empieza a aplicar a partir del 1.° de enero de 2023. Y, ni aún con esa cifra, al Ministerio de Hacienda le llega la cuenta al 67 % de impuestos que la Andi dice que pesa la carga que tienen las empresas.