La propuesta de reforma pensional del gobierno Petro ha sido clara. El planteamiento es que tanto los cuatro fondos privados de pensiones (Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia) y el régimen público que es Colpensiones se complementen, pero el Gobierno recibiría la mayoría de los aportes de los cotizantes para distribuirlo.
En este sentido, los cuatro fondos privados asumirían la cobertura respecto de los ingresos de cotización de los afiliados desde el monto que supere los cuatro Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes.
Ahora bien, en el ‘Sistema Pilares’ todos los afiliados cotizan hasta cuatro Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes al Régimen de Prima Media con Prestación Definida, Colpensiones, de forma que se fortalece el Sistema Público asegurando los riesgos de invalidez, vejez y muerte a través de sistemas de capitalización colectiva en el primer pilar.
Es decir, que si una persona gana de 6.000.000 de pesos al mes, debe hacer la cotización de los 4.000.000 de pesos a Colpensiones (régimen público) y la cotización de los 2.000.000 restantes a cualquiera de los fondos privados.
Sin embargo, esta propuesta ha generado incertidumbre, por lo que podría pasar con el mercado de valores, que podría quedarse sin sus mayores inversionistas.
La explicación es que si el ahorro de todos aquellos que ganan hasta cuatro Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes se van de los fondos privados a Colpensiones, como plantea la propuesta, los fondos tienen que liquidar sus inversiones para volverlas efectivo y hacer el giro de la plata.
Eso implica que tienen que vender todos los TES, las acciones y demás títulos. Lo que representa billones de pesos, esta situación lo que provocaría el posible derrumbe en el mercado, porque caen los precios, pues al ser ellos los principales compradores de TES ya no habría quien comprara en las mismas proporciones, por ende el mismo Gobierno se quedaría sin uno de sus principales financiadores.
Es por eso que exministros de Hacienda, como Rudolf Hommes, han manifestado preocupación en las redes sociales ante la propuesta de reforma laboral.
“Una preocupación adicional sobre las intenciones del gobierno respecto a los fondos de pensiones es que si los obliga a vender sus inversiones va a provocar una crisis financiera y si se los lleva para Colpensiones va a nacionalizar muchas empresas. Eso provocaría crisis política”, manifestó en su cuenta de Twitter el economista colombiano.
Kevin Hartmann, investigador en temas pensionales de la Universidad de Lovaina en Bélgica, confirma que los mayores tenedores de bonos de deuda pública del país son los fondos privados de pensiones, por tanto, con la reforma, tal como está planteada hasta ahora, el mercado de capitales sufriría una muy severa reducción en la medida en que habría menos liquidez proveniente de las cotizaciones que esta vez irían a pagar a los pensionados actuales.
“Ahora bien: ¿la pregunta es si el sistema de pensiones debe existir para servir al desarrollo del mercado de capitales? Personalmente no lo creo. El sistema de pensiones debe estar para pensionar. Cualquier otro objetivo es subordinado a ese objetivo principal”, opinó el investigador.
Por otra parte, Óscar Becerra, profesor de la Universidad de los Andes, advirtió un riesgo en el cambio que propone el Gobierno nacional al sistema pensional, ya que dispararía la deuda pública del país y se abrirían dos huecos para tapar uno.
“El primer hueco sería la financiación de los bonos pensionales a futuro. Porque una vez el Gobierno se compromete a garantizar esos subsidios a la población adulta no pensionada, tiene que garantizarlos para el resto de la vida del beneficiario. El segundo hueco sería porque, una vez se trasladan las contribuciones de los afiliados a las AFP a Colpensiones, esta va a tener que pagar las pensiones de las personas que se pensionen y no va a tener el suficiente dinero, porque lo que contribuyeron los trabajadores se destinó a cubrir el déficit actual de Colpensiones y, a futuro, va a haber cada vez menos trabajadores jóvenes en el sistema”, afirmó.
Y resaltó que hay dos escenarios que juegan en contra, por una parte, tres de cuatro personas no se pensionan, lo que hace que se necesiten muchos subsidios, y cada vez hay más adultos mayores y menos jóvenes. “Cuando uno hace este análisis y hace la proyección entre 2022 y 2100, lo que encontramos es que la deuda pensional del Estado representaría 220 % del PIB, tres veces la deuda pública de Colombia”, agregó