Los ingresos fiscales representan el dinero que el Estado recauda para financiar sus actividades y servicios públicos. Este dinero proviene de diversas fuentes, como impuestos, tasas, la venta de productos y otros beneficios. Entre estas fuentes, los impuestos son la principal vía por la cual el Estado obtiene fondos para cubrir sus gastos.

En Colombia, la mayor parte de los ingresos tributarios proviene de dos impuestos principales, junto con sus respectivos métodos de cobro. Dada la importancia de estos ingresos, su gestión se realiza con gran cuidado.

Después de recaudar los impuestos, el dinero se integra en el presupuesto nacional para el siguiente año fiscal. Este dinero se utiliza para diversos objetivos dentro del país.

En ocasiones, el uso del dinero no está directamente relacionado con el tipo de impuesto del que proviene, mientras que en otros casos específicos, los fondos recaudados se destinan a un propósito particular. Sin embargo, el destino final del dinero puede variar.

El destino final del dinero puede variar. | Foto: Getty Images

Según datos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), se ha observado un fuerte descenso en el recaudo de impuestos en el país durante el cuarto mes de 2024.

En abril de este año, el recaudo registró un desplome del 40,89 %, pues el cuarto mes alcanzó los 18,65 billones de pesos, mientras que en el mismo mes del año anterior fue de 31,56 billones de pesos.

Sobre el tema, el exministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo, lanzó una alerta, luego de que se conocieran los mencionados datos.

En su cuenta de X, el exfuncionario dijo: “Estamos en medio de una pandemia económica de desaceleración autoinducida, derivada del desprecio por el sector empresarial, de la ausencia de construcción de consensos y ánimo de diálogo del sector público con el privado; de tanta ideología, fundamentalismo y activismo con ideas fracasadas del pasado”.

A través de su cuenta de X, el exfuncionario dijo: “Estamos en medio de una pandemia económica de desaceleración autoinducida, derivada del desprecio por el sector empresarial". | Foto: Semana / Getty

Y agregó: “De falta de rigor técnico en el diseño e implementación de política pública, de incertidumbre y desconfianza generada desde el Gobierno, de tanto odio y ánimo de división, de destrucción de los avances de país. Muy triste”.

“Si el Gobierno no construye con el sector empresarial un plan de reactivación, y deja tanta peleadera e ideas que solo generan desconfianza, esta crisis se agravará y esto tiene impacto en el empleo, en la inversión productiva y social, en la pobreza e inequidad, y destruye la capacidad productiva del país de largo plazo. Por favor, es urgente reaccionar, Gobierno”, agregó.