Faltan pocas semanas para que se acabe el año y uno de los temas que empieza a tomar relevancia es el aumento del salario mínimo para el 2025, una discusión que siempre se roba la atención en la última parte de cada año, ya que es una cuestión que afecta a millones de personas en todo Colombia.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se refirió a lo que serán las negociaciones entre los representantes de los empresarios y los trabajadores y dejó en claro que el aumento no puede ser de dos digito. Según explicó el funcionario a los medios de comunicación, la discusión debe iniciar en el 5,2 %.
“La discusión del salario mínimo está normada. El salario mínimo no puede crecer por debajo de la inflación causada y se toma como punto de referencia la inflación del mes de septiembre. Si el mes de octubre quedó en 5,41 %, es probable que la del mes de septiembre esté alrededor 5,2 %, entonces ese podría ser el punto de partida”, explicó.
Bonilla indicó que a este porcentaje es importante agregarle un punto de productividad y otras cuestiones que se tienen que valorar, lo que dejaría el inicio del debate sobre el 6,2 %.
“A eso hay que agregarle productividad y otros factores. Eso significaría que, si se sigue la tradición colombiana, que es el ajuste es IPC más uno, tendríamos un 6,2 %”, manifestó. El funcionario del Gobierno Petro advirtió que, en caso de que haya algún ajuste mayor, de acuerdo a las negociaciones que se adelante, el mismo “nunca podría estar en un nivel de dos dígitos”.
Sobre esta discusión ya se había pronunciado el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, quien señaló que el aumento del salario mínimo es clave en la política monetaria del país, principalmente porque “afecta las perspectivas de la inflación”. Al igual que el ministro, el directivo aseguró que este no es el único tema que se debe tener presente en medio de la discusión sobre el ajuste del próximo año.
En ese sentido, Villar señaló que, según el equipo técnico del Banco de la República, se pronostica una inflación del 5.3 %, un porcentaje mucho más bajo con relación a las expectativas que se manejaban a principio de año. Tal y como lo dijo Bonilla, este dato debe ser el punto de partida para que los empresarios y trabajadores abran el debate.
“No hay duda sobre la necesidad que hay en el país para que el salario se aumente y se recupere lo que se ha perdido en el año anterior”, manifestó.
El gerente recordó que el año pasado el aumento del salario mínimo fue del 12 % y se basó principalmente en la inflación cercana al 9.2 % que se tuvo en esa ocasión, además de otros aspectos que fueron importantes en el debate. Por ahora, se está comenzando la discusión y son varios los puntos de vista que se tienen al respecto, por lo que resta esperar cómo avanza el proceso para conocer si se logra un acuerdo.
Por un lado, las centrales obreras hablan de la necesidad de que el aumento sea de dos, algo a lo que por el momento Bonilla le cerró la puerta, mientras que por el otro, algunos empresarios destacan que el incremento no debería superar el 6 o 7 %.
Las negociaciones sobre el incremento deberán hacerse en las primeras dos semanas del mes de diciembre. La ley colombiana establece que este valor deberá ser definido antes del 15 de diciembre, previendo nuevos plazos para encontrar un consenso. De lo contrario, y de no llegar a un acuerdo, el Gobierno tomará la decisión final.