En la tarde de este lunes -24 de octubre comenzarán las discusiones del salario mínimo para el próximo año en Colombia, las cuales como siempre se realizarán a instancias del Ministerio del Trabajo, cartera encargada de mediar entre las partes interesadas y velar porque se llegue a un consenso que beneficie a los colombianos, especialmente en tiempos en los que la inflación y el dólar no dan tregua.

Durante los próximos días, tanto los empresarios, como los trabajadores y el Gobierno Nacional expresarán sus puntos de vista frente a lo que debería ser el aumento para el 2023. El costo de vida, la reforma tributaria, el comportamiento de la economía al cierre de este año y la productividad obtenida, así como los vientos de recesión que soplan para el otro año por culpa del dólar; serán algunos de los puntos más importantes a tener en cuenta.

Mientras se esperaba que arrancaran estas conversaciones, diversos expertos, analistas, gremios y centros de pensamiento dieron sus proyecciones frente al monto de incremento salarial. La más alta por ahora es la del empresario Mario Hernández, quien sostuvo que (teniendo en cuenta la economía actual en el país), debería ser del 20 %, para dejarlo en 1.200.000 pesos, a los que se les sumaría el auxilio de transporte, como lo determina la ley, y aplica para quienes ganan hasta dos salarios mínimos mensuales.

Otro de los sectores que se ha encargado de comenzar con la discusión sobre el aumento es Corficolombiana, para ellos el incremento en el salario mínimo no debería ir más allá de 15 %. Entre tanto, Fedesarrollo dice que podría ser del 20 % o más, mientras que el equipo de investigaciones económicas del Grupo Bolívar hizo una proyección de crecimiento del 1,7 % para la productividad total de los factores, lo que apuntaría que el aumento del salario mínimo podría estar sobre el 12 % para el próximo año.

¿Qué dice el Ministerio de Hacienda?

Durante un reciente evento de Probogotá, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, se refirió al tema e indicó que hay muchos factores que se deben analizar en este momento, por lo que no puede ser algo que se defina a la ligera y por el contrario debe velar por aliviar el bolsillo de las personas, sin poner contra la pared a las empresas; ya que tanto el uno como el otro han sufrido los estragos de la inflación.

“El gobierno anterior se desvió de las reglas históricas en el aumento de este año (2022) y no cumplió con el principio básico que es calcular el aumento y cruzarlo con la inflación y el aumento de la productividad. Por el contrario, se fue ampliamente por encima, siendo muy generoso, y después la inflación ‘se comió’ el aumento del salario mínimo, aunque eso no estuvo en las discusiones”, explicó Ocampo.

Este funcionario resaltó que este año es atípico, revisando todo lo que está sobre la mesa, aunque “espera estar en torno a la regla, teniendo en cuenta las discusiones a ver si hay posibilidad de un acuerdo tripartito anticipado para un aumento del salario mínimo”. Así las cosas, el aumento no sería tan alto como se espera, y se regiría al resultado que salga de la combinación de las cifras de inflación y el aumento de la productividad, lo que dejaría este porcentaje entre el 12 y 13 %.

Ya se habían hecho cuentas desde el gobierno Petro

De acuerdo con recientes declaraciones del viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara, al medio digital Bloomberg Línea, el salario mínimo para el 2023 quedaría entre $ 1.110.000 y $ 1.150.000. Sin embargo, aún falta mucho camino por recorrer y solo hasta diciembre se conocerá en cuánto quedará este valor.

“Las proyecciones del gobierno están en que la inflación terminará alrededor del 10 % 0 10,5 %. Así las cosas, el aumento tendrá que ser de eso, más un punto de productivas, que es producto de la dinámica económica y el buen desempeño que se registró este año”, dijo el funcionario.

Si la decisión del porcentaje del aumento no es concertada con los diferentes sectores llamados al debate antes del 30 de diciembre, el Gobierno nacional puede tomar la decisión de cuál sería el incremento.