Con la llegada del mes de diciembre comienzan formalmente las discusiones sobre el salario mínimo en Colombia. Cada año, el salario mínimo, que es la cantidad mínima de dinero que, por ley, un empleador debe pagar a un trabajador por su labor en un período determinado, más exactamente un mes.

El principal objetivo de este salario es garantizar que los trabajadores reciban una remuneración que les permita cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, salud y educación. Además de evitar que las empresas puedan tomar decisiones arbitrarias en contra de sus trabajadores.

Este martes inicia el cronograma de discusión del salario mínimo, pues este día serán presentadas las cifras de productividad. El próximo miércoles, 4 de diciembre, también se publicarán las cifras de PIB para cuentas nacionales y su informe. El viernes 6 de diciembre se conocerá el dato de inflación que permitirá establecer si al cierre del año este indicador podría relajarse aún más.

José Ignacio López, presidente de Anif. | Foto: GUILLERMO TORRES

El próximo 11 de diciembre inicia la recepción de propuestas del salario mínimo y el 12 y 13 de diciembre se darán las jornadas de concertación entre los diferentes participantes de la discusión. El primer vencimiento legal de la concertación se cumplirá el próximo 15 de diciembre.

Ya son varias las proyecciones que diferentes entidades han lanzado sobre el porcentaje en el que debería quedar el salario mínimo. Una de las más recientes fue Anif, que dio su propuesta frente al indicador. La entidad recomienda un incremento máximo del 6 % para 2025, basándose en proyecciones de inflación, que están en 5 % y crecimiento de productividad, que sería del 0,78 %. Dicha cifra evitaría que se siga ampliando la brecha entre los trabajadores formales y los informales.

“Como ya se mencionó, el SML debería aumentar en línea con la inflación, para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores formales, y con las ganancias de productividad de dichos trabajadores, para reconocer su aporte a la actividad económica. Ambos componentes se reconocen explícitamente en la mesa de negociación del SML”, asegura Anif en su reporte.

Además de ello, hicieron un llamado a la discusión, a pensar en los efectos económicos sobre los trabajadores no representados en la mesa cuando los incrementos del SML exceden la fórmula técnica. Con base en su proyección de inflación de noviembre y fin de año, 5,15 % y 5 %.

Billetes de cincuenta mil pesos. | Foto: Revista Semana

Entre los datos que dio el centro de pensamiento, se pudo destacar que hay una progresiva concentración de trabajadores en los niveles salariales más bajos. En detalle, el 48,4 % de los ocupados percibía ingresos de hasta un SML en 2015. Esta cifra aumentó a 53,3 % en 2019 y alcanzó 54,7 % en 2023.

El año pasado, el 54,7 % de los trabajadores percibió ingresos de hasta un salario mínimo, superior a lo observado en años anteriores, lo que evidencia una creciente concentración en niveles salariales bajos. Además, destacan que los incrementos del salario mínimo afectan desproporcionadamente a empresas pequeñas, que soportan una mayor carga de costos laborales en comparación con empresas grandes. En lo corrido de 2024, el 56,0 % de los ocupados se encuentran en la informalidad.

“Aumentos por encima del 6 % no solo no están justificados por los fundamentales económicos, sino que pueden seguir ampliando la brecha entre los trabajadores formales y aquellos excluidos de dicha formalidad”, indica la entidad.

Pesos colombianos, concepto financiero. | Foto: Getty Images