Uno de los problemas estructurales que enfrenta Colombia desde hace años es la debilidad del mercado laboral, caracterizado por altos niveles de informalidad, pues esta llega casi a la mitad de los trabajadores.

Y es que de acuerdo con el más reciente informe del Dane, la informalidad laboral en Colombia durante abril del 2021 llegó al 48,7 %.

Con el fin de mejorar el mercado laboral e incluir más trabajadores en la formalidad, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) ha hecho una serie de recomendaciones que abarcan desde cambios al salario mínimo, hasta la eliminación de costos sobresalariales.

Para reducir la informalidad y generar más empleos en el país, la Ocde cree necesario que en Colombia se lleve a cabo una reforma del salario mínimo tal y como está en la actualidad.

“Las recomendaciones clave se refieren a evitar niveles demasiado altos, incluso a través de la diferenciación regional”, dice la Ocde.

Esto quiere decir que se buscaría implementar, como ya se ha propuesto con anterioridad, un salario mínimo diferencial entre regiones, teniendo en cuenta la productividad y costos de vida de las mismas.

Y es que al mirar las cifras del Dane, por lo menos en 14 de los 32 departamentos del país los ingresos promedio mensuales de la población son inferiores al salario mínimo de $908.526, lo cual ha impedido que en estas regiones haya formalización e inversión por parte de compañías privadas, pues la productividad es baja y los costos del personal son los mismos.

Para la Ocde, el salario mínimo en Colombia “es relativamente alto” y esto impide que se pueda fomentar la contratación formal, en especial en las regiones menos productivas del país.

“Deberían reducirse los elevados costes laborales no salariales y el salario mínimo relativamente alto para fomentar la contratación formal, en particular de trabajadores poco cualificados, jóvenes y personas ubicadas en regiones menos desarrolladas”, apuntó la entidad multilateral.

La propuesta del salario mínimo diferenciado por regiones hecha por la Ocde buscaría que en aquellas zonas del país donde la productividad es mayor (al igual que el costo de vida), el salario mínimo sea alto, pero en zonas donde caen la productividad y los costos el salario sea menor.

La explicación de los técnicos es que, si bien una persona no puede vivir bien con un salario mínimo en ciudades como Bogotá, Medellín o Cartagena, en otras regiones del país el mínimo es suficiente para tener una vida digna.

Además, sostienen que en varias zonas del país no hay casi empleos ni empresas formales porque pagar un salario mínimo para todos los empleados es muy costoso, teniendo en cuenta la productividad de la región.

Según la entidad, esta iniciativa sería positiva para el país y así no se tendría que recurrir a otro tipo de medidas como la disminución del salario mínimo.

Dentro de la estrategia para reducir el costo de la formalización en Colombia, algunas de las recomendaciones de la Ocde son reducir los costos no salariales, revisar el salario mínimo para lograr un nivel más favorable al empleo, reducir los costos de registro de empresas y simplificar el registro de trabajadores.

Eliminar costos no salariales

Esta es una propuesta que también ya se ha discutido en Colombia, pero que genera mucha polémica en la opinión pública.

Expertos, incluida la Ocde, han dicho que los costos no salariales de contratación, como el pago que hacen las empresas a las cajas de compensación, lo que hacen es disminuir la posibilidad de que las firmas amplíen su planta de personal.

Hacia finales del 2020, se conoció el borrador de un documento Conpes en el cual se proponía eliminar los costos laborales no salariales relacionados con los aportes a las cajas de compensación familiar para dinamizar el empleo en el país.

Sin embargo, horas después de que la noticia salió a la luz, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) modificó el documento y eliminó la propuesta, debido al rechazo que generó en la opinión pública.

En la actualidad, el Gobierno está adelantando unas mesas de trabajo por medio de la Misión de Empleo con la cual se espera que salgan propuestas para llevar a cabo una reforma laboral en el país que busque disminuir la informalidad, aunque es poco probable que la iniciativa llegue al Congreso antes de que termine el mandato del presidente Duque.