Tal como ocurre cada fin de año, el salario mínimo es uno de los temas más convulsos en medio de la actualidad de Colombia, especialmente porque, según han explicado algunos expertos, es muy complicado que las partes negociadoras (Gobierno nacional, empresarios y centrales obreras) lleguen a una decisión concertada.

Así lo han demostrado las reuniones que se han desarrollado entre los tres participantes desde el pasado 3 de diciembre cuando se instaló la Comisión Permanente de Concertación de Política Salariales y Laborales. Desde entonces, se han realizado varias reuniones ya sea con todas las partes presentes o solo con dos de ellas.

Ejemplo de esto es la junta que inició este viernes desde las 7:30 de la mañana, en la sede de Compensar (norte de Bogotá), entre el Gobierno nacional y los empresarios. Representantes de la subcomisión de productividad, Banco de la República, DANE y los Ministerios de Hacienda y Trabajo buscan estudiar las propuestas dadas por cada parte con el fin de llegar a una decisión que beneficie a cada una de ellas.

Por su parte, Diógenes Orjuela, secretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), explicó que desde las centrales obreras están esperando “tener sus visiones, análisis y las cifras correspondientes de lo que ha sido el comportamiento de la economía este año 2021, pero vemos que en el tema de productividad vamos a tener el debate normal, en el que nosotros planteamos que solo debe definirse el tema la productividad laboral y no el de la productividad de todos los factores que es el que tienen en cuenta para la definición del salario”.

Sin embargo, entre reuniones y dilaciones, el 15 de diciembre, fecha límite en la que ya se debería tener una decisión sobre el salario mínimo, se va llegando poco a poco y al parecer la decisión, tal como ocurrió en 2020, se tendrá que decidir por medio de un decreto unilateral que se expedirá desde la Presidencia de la República.

La última oportunidad que se tiene para llegar a una concertación (o al menos la más viable), se desarrollará el próximo 13 de diciembre, cuando los representantes de todas las partes se reúnan nuevamente para escuchar las propuestas finales que tienen y de esta forma saber si podrán ponerse de acuerdo o no.

“Al menos un incremento de dos cifras”

Los expertos han asegurado que, en el mejor de los casos, el salario mínimo no tendría un incremento superior al 5 % para 2022, lo que aumentaría este rubro a un valor de 953.950 pesos, es decir, 45.426 pesos más que el establecido para este año.

Así, junto con el incremento del subsidio de transporte (que quedaría en 111.776 pesos), el salario mínimo total para el próximo año podría llegar a 1.165.726 pesos.

Como era de esperarse, para los principales dirigentes sindicales, este incremento no representa la realidad de los trabajadores en Colombia que han sufrido con creces los efectos de la crisis económica generada por la pandemia de covid-19 en el país.

Por esto, en entrevista con SEMANA, Diógenes Orjuela manifestó que para lograr una verdadera reactivación económica es necesario que el aumento del salario mínimo sea de al menos el 10 %.

“Con un incremento sustancial del salario mínimo reactivamos y sacamos al país de la pobreza. La ANDI y otros gremios han empezado a decir cifras que yo las catalogo como miserables, porque son del 6 % (…) Estamos totalmente convencidos que el incremento del salario mínimo en 2022 debe ser de por lo menos dos dígitos”, señaló Orjuela.

Por último, el directivo de la CUT aseguró que sin dinero es muy difícil que los colombianos puedan aportar al crecimiento económico del país; de esta forma, es importante primero darle los recursos suficientes con los cuales invertir y gastar en Colombia, antes de hablar de una verdadera reactivación económica.

“No va a haber reactivación económica si no se les mete plata en el bolsillo a los colombianos, dando empleo y con un salario mínimo digno. Ese cuento del salario promedio es un invento para decir que el salario mínimo es alto, eso no es cierto si lo comparamos con todo el resto de países. Lo que pasa es que en Colombia el salario medio es tan bajo, que parece que el salario mínimo es alto”, concluyó Orjuela.