Se aproxima la fecha decisiva para que arranque la puja por el incremento del salario mínimo, una de las discusiones más álgidas entre empresarios, sindicatos y Gobierno nacional. Y no es para menos, pues la decisión final que se adopte frente al tema, determinará las alzas y costos que regirán para el 2023.
El ambiente previo al inicio de las conversaciones entre los integrantes de la comisión tripartita no es el más favorable. La recién aprobada reforma tributaria y el futuro de la reforma pensional, cuyas discusiones apenas van a iniciar; sumado a las alzas en los precios de los productos de la canasta familiar; la disparada de la inflación; la volatilidad del precio del dólar y los estragos de la temporada invernal, son sin duda aspectos que marcarán el termómetro de las reuniones que iniciarán a finales de noviembre.
De cara a esta importante discusión, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, envió un mensaje al país al tiempo que invitó a las partes que participarán en estas conversaciones, a ser proactivos y receptivos frente a las propuestas que se presenten en las Mesas de Concertación.
“La mesa de negociación y concertación será el 30 de noviembre, último día que mandata la ley para poder construir las medidas de productividad que harán parte de está mesa y el 5 y 6 de diciembre estaremos entregándole al país las cifras y el debate que tendremos en la mesa, que es una mesa tripartita con empresarios trabajadores y Gobierno”, expresó.
La funcionaria del gobierno Petro manifestó que, a través de este espacio de diálogo, “vamos a buscar que se favorezca a las mayorías colombianas”, al tiempo que enfatizó en que “con base en las mediciones construiremos entre todas y todos el porcentaje que finalmente le entregaremos al país”.
En relación con el incremento del salario mínimo, han habido estimaciones por parte de expertos que sugieren que este podría fijarse entre el 15 % y 20 %, esto, por el comportamiento de la inflación, que para el pasado mes de octubre se ubicó en 12,22 %, según reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Sin embargo, la inflación es solo un factor en el análisis para fijar el alza. Hay que tener en cuenta que, de acuerdo a los parámetros establecidos por el Gobierno nacional, también influyen en la decisión sobre el mínimo la productividad laboral que tiene el país, la contribución de los salarios al ingreso nacional y el Producto Interno Bruto, que mide el crecimiento económico.
Así mismo, hay preocupación tanto del lado de los empresarios, como por el lado de los trabajadores son el porcentaje que se acoja, sea en consenso o unilateral, este último por parte del gobierno. De acuerdo con la ley 278 de 1996, si no se logra un acuerdo tripartito para a más tardar el 15 de diciembre, y si pasadas 48 horas, posterior a esa fecha, la posición de no acuerdo persiste, será fijado el incremento de salario mínimo vía decreto Presidencial.
Esta decisión unilateral, que ha ocurrido en el pasado, ha dejado un sinsabor, en especial para los sindicatos, que han considerado que el ajuste del gobierno nunca va en favor de los trabajadores, pero sí para las empresas. No obstante, lo que ha expresado la ministra Ramírez es que lo que desea el gobierno actual es que el incremento se logre de manera concertada y en consenso.
Y ¿cuál podría ser el nuevo salario mínimo? Actualmente, está en un millón de pesos, pero declaraciones del viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara Castañeda, sugieren que este podría oscilar entre $ 1.110.000 y $ 1.150.000.