El dólar nuevamente tuvo una jornada con efecto rebote, pero el encarecimiento fue el protagonista. La divisa volvió a estar en niveles por encima de los $ 4.100 y se notó el malestar en el mercado por cuenta de las cifras del Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), presentadas por el Dane. Los temores de una recesión en países como China, entre otros factores internacionales, suman al incremento de la moneda estadounidense.
En el resumen de la jornada en la Bolsa de Valores, desde la apertura, el dólar anunciaba que se subiría. Inició negociaciones en $ 4.065,55, quiere decir $ 36,6 más que la Tasa Representativa del Mercado, fijada por la Superintendencia Financiera.
Esta tendencia alcista se notó también en el precio promedio, que fue de $ 4.095,92. De hecho, lo mínimo en lo que se trazó el dólar fue en $ 4.050. En contraste, el valor máximo fue de $ 4.124, algo que no se veía desde principios de julio. La jornada, finalmente, cerró en 4.089 pesos, quiere decir que la moneda estadounidense recuperó $ 59,05.
La agenda económica colombiana estaba esperando los resultados del crecimiento de la economía, en el segundo trimestre del 2023. Según lo presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) fue del 0,3 %, dato que estuvo por debajo de lo esperado por los analistas.
“Esta evolución económica encuentra su explicación en los distintos comportamientos que han caracterizado a los componentes del gasto. El gasto en consumo final ha crecido un 1,0 %, mientras que la formación bruta de capital ha experimentado una disminución significativa del 24,0 %. Las exportaciones, por su parte, han registrado un aumento del 2,4 %, mientras que las importaciones han decrecido en un 14,5 %”, detalló la directora del Dane, Piedad Urdinola, en medio de la presentación del ISE.
Si bien puede ser beneficioso que la cifra, aunque mínima, tenga un balance positivo, la noticia no ha caído muy bien en los mercados. De hecho, el presidente Gustavo Petro se pronunció al respecto, resaltando que exceptuando un par de sectores, los demás arrojan números en rojo.
“La economía real retrocede básicamente por la elevada tasa de interés. Le solicito al Banco de la República, dado que hemos controlado la inflación, bajarla. Un retroceso en la economía real trae como consecuencia una crisis financiera sistémica, por tanto, aumentar la producción se vuelve un imperativo”, agregó el mandatario nacional.
Los factores internacionales y la revaluación podrían estarle jugando en contra a Colombia
A pesar del repunte, en lo que va del año, el peso colombiano es la divisa con mejor desempeño, al menos dentro de las economías emergentes. Según estimaciones de Bloomberg, durante el 2023, la moneda colombiana se ha revaluado un 16,26 % frente al dólar, y un 14,42 % en comparación con el euro.
Si bien esto ha beneficiado a muchos consumidores, los márgenes actuales le imponen un reto al país. Según una publicación de la BBC, la recuperación tan marcada del peso colombiano podría jugarle en contra.
Si bien las importaciones actualmente son más baratas, los exportadores también reciben menos ingresos, y además de la balanza comercial, las tarifas del petróleo a nivel internacional también han tenido variaciones, por lo que un dólar más barato, se traduce en menos pesos por el hidrocarburo, y este el principal producto que vende el país.
“El petróleo y otras materias primas energéticas se intercambian en dólares en los mercados internacionales, pero los sectores que exportan materias primas que se pagan en pesos, como los alimentos, ven que su producto se encarece y se vuelve menos competitivo”, reseña la BBC.
Esto se suma a un nerviosismo en los mercados internacionales, por parte de la situación económica en China, que, en parte, ha contribuido al incremento del dólar. Algunos expertos apuntan que el gigante asiático podría caer en recesión.
Estados Unidos ha aprovechado esa debilidad para tildar que la situación “es una bomba de tiempo”, según lo detallado por el presidente Joe Biden, quien busca restringir las inversiones de Norteamérica hacia la nación oriental.