Cuando se pensaba que la economía de los Estados Unidos estaba mostrando señales positivas, debido al comportamiento a la baja que viene registrando la inflación -que en diciembre cerró en 6,5%-, los expertos advierten que el panorama es mucho más complejo debido a que hay señales negativas que se están multiplicando y que demuestran que el riesgo de una recesión es cada vez más evidente.
Lo anterior se debe a que en ese país se viene presentando una caída en la demanda, así como un debilitamiento en la producción industrial, que sumado a los anuncios de despidos masivos, están generando incertidumbre frente a cómo se comportará la economía en este año que empieza.
Aunque pareciera que la mayor economía del mundo está soportando “los golpes” que están afectando la economía, lo que se teme es que se registre un retroceso en la recuperación que venía presentando el país, tras la pandemia por la Covid-19; donde el desempleo vuelva a incrementarse, a pesar de que la tasa en diciembre se mantuvo en niveles históricos bajos (3,5%).
Esto se evidencia con lo que se conoció este miércoles 18 de enero por parte del gigante informático Microsoft, que informó sobre el despido de 10.000 empleados de aquí a finales de marzo, cerca del 5 % de su personal, entre otras medidas de reducción de costes. Según explicó el grupo en un documento bursátil, toma esta decisión “en respuesta a las condiciones macroeconómicas y a los cambios en las prioridades de los clientes”.
En una carta a los empleados que fue hecha pública, el número uno de Microsoft, Satya Nadella, expresó que si bien “los clientes aumentaron sus gastos informáticos durante la pandemia”, ahora están tratando de optimizar y “hacer más con menos”.
Otros grupos del ámbito tecnológico anunciaron despidos en los últimos meses, como el gigante del comercio en línea Amazon y la compañía de software Salesforce, que a inicios de enero dieron parte del cese de 18.000 y 8.000 personas, respectivamente. Meta, la matriz de Facebook e Instagram, anunció en noviembre el despido de 11.000 personas. A pesar de las fiestas de fin de año y las promociones del célebre “Black Friday”, las ventas minoristas bajaron.
Kieran Clancy, economista de Pantheon Macroeconomics, estas señales que está mostrando la economía norteamericana no son alentadoras, en especial, en lo relacionado con el consumo de los hogares que “comienzan a reducir sus gastos no esenciales por un contexto económico incierto”.
Además, advierte que el alza de tasas de interés por parte de la Reserva Federal -que además de encarecer el crédito, aunque baja la presión sobre los precios- también limita la capacidad de gastar e invertir.
El alza de costos de crédito y un mercado laboral que da muestras de debilitarse “serán problemas adicionales para los consumidores. Sin embargo, una moderación gradual de la inflación debería beneficiar a las familias”, indicó Rubeela Farooqi, economista jefe para Estados Unidos de HFE.
Vale la pena destacar que si bien la inflación en los Estados Unidos viene cediendo desde hace varios meses, también lo viene haciendo la producción industrial, donde datos oficiales indican que cedió 0,7% entre noviembre y diciembre, más que el 0,1 % de caída que esperaban los analistas, según el consenso reunido por Briefing.com.
“Algunos sectores de la economía se ven más afectados que otros y la industria parece orientarse hacia una ligera recesión, que debería comenzar en el segundo trimestre de este año”, anticipó Ryan Sweet, economista jefe de Oxford Economics.
Así las cosas, si se recrudecen estas señales negativas que están opacando la recuperación en los Estados Unidos, es inevitable que se materialice lo que ya han advertido organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el crecimiento económico en este país y que podría afectar el panorama global en todo el 2023.
*Con información de AFP.