En el Congreso de la República avanza a pasos agigantados la discusión de la reforma tributaria. Lo primero que se podría decir es que le han puesto tijera a muchos de los temas más grandes y polémicos del proyecto y que el paquete de impuestos va muy recortado. El debate se da en medio de una enorme presión y el inconformismo de los gremios y los empresarios. Incluso un grupo de 15 gremios de Estados Unidos enviaron una advertencia a Colombia, según la cual el proyecto tendría un efecto negativo sobre las exportaciones de bienes y servicios de Estados Unidos, y va en contravía del acuerdo de promoción comercial entre los dos países.
Escuche a María Isabel Rueda hablar de la reforma tributaria:
Gran parte de esos cambios han sido jalonados por la bancada del liberalismo, que puso 11 líneas rojas. El expresidente Gaviria, otrora gran aliado de Gustavo Petro, aseguró que como iba la reforma, el trapo rojo no la apoyaba. Gaviria hizo serios reparos al impuesto a las pensiones, a los dividendos y a la clavada a los asalariados de más de diez millones.
Mientras tanto, los parlamentarios avanzan y muchos colombianos están perdidos en qué va uno de los temas que más los inquieta. SEMANA le cuenta los puntos clave de lo que ha cambiado esta semana.
1. Se cayó el impuesto a las pensiones
El presidente de la República, Gustavo Petro, en una declaración que hizo en la Casa de Nariño, anunció que se cae el impuesto a las pensiones de más de diez millones que estaba incluido en la reforma tributaria, noticia que dio el jefe de Estado en compañía de los ponentes del proyecto de ley. “No vamos a presentar un impuesto a las pensiones”, dijo el presidente Petro.
Todos los argumentos expuestos para que el ciudadano que recibe una mesada, en este caso, de más de diez salarios mínimos, haga un aporte a la bolsa pública con la cual se financian las obras que requiere una nación para generar bienestar a la gente, han quedado en las puertas del Congreso, sin que lleguen a ser parte de una ley.
En esta ocasión no ha sido distinto. Y eso que, hay que señalar, la idea llegó a mitad de camino. Pasó el primer debate de la reforma tributaria en las comisiones económicas del Legislativo, pero para la recta final, no aguantó. De un lado y de otro había tire y afloje.
Para que no se impusiera un tributo a las mesadas pensionales, la procuradora Margarita Cabello abogó para que no se les diera un trato igualitario al de cualquier ingreso, pues son un ahorro que está ligado al derecho a la seguridad social de una persona en su vejez.
En el otro extremo, el economista y exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, hasta decía que las personas de más de cuatro millones de pesos en pensión deberían aportar para financiar un apoyo económico a esos tres millones de colombianos que no lograron reunir un ahorro para su vejez.
En reiteradas ocasiones, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, sustentó que era muy escaso el porcentaje de colombianos que quedarían haciendo algún aporte a la bolsa pública con su mesada pensional. También respondió al argumento expuesto por la procuradora de que las pensiones son un ahorro de los ciudadanos, a lo cual dijo el ministro: la mayoría de pensiones en el país, y sobre todo las mayores de diez millones de pesos, son altamente subsidiadas, ya que lo que aportó la persona al sistema pensional no alcanza para obtener una mesada de esa cifra y el Estado le cubre buena parte.
2. El petróleo, menos clavado que antes
“Modificamos la tributación del sector de hidrocarburos que trabaja con bienes públicos de propiedad de la nación, el petróleo y el carbón”, sostuvo Petro en sus anuncios. Se trataba del punto que más polémica había generado en ese sector, vital para la economía del país.
“Por un criterio básico y fundamental, los bienes del subsuelo son propiedad de la nación, son propiedad pública, son propiedad del pueblo colombiano y, en esa medida, la nación cuando concede su explotación económica por un particular tiene el derecho a unas regalías y, por lo tanto, estas no son parte de la contabilidad de las empresas privadas que tienen esa concesión, no son deducibles del impuesto de renta”, detalló el jefe de Estado.
A renglón seguido, aseguró que se modifica la sobretasa al impuesto de renta que la ponencia de la reforma tributaria trae, para el sector petrolero y el carbonero, que ahora dependerán del precio internacional de cada materia prima.
“Entre más bajo sea el precio internacional, no habrá sobretasa. Aquí hay una fórmula matemática que traza unos percentiles de hasta dónde no hay sobretasa, de dónde a dónde la sobretasa para el petróleo es del 5 %, de dónde a dónde la sobretasa con un precio internacional es de 10 % y, finalmente, para precios superiores del petróleo al promedio de los últimos 20 años, entonces la sobretasa es del 15 %”, subrayó el jefe de Estado.
El sector petrolero se ha visto agobiado en los últimos días tras algunas declaraciones de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien mencionó en su momento que no firmaría contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, una afirmación que alertó a los empresarios del sector. En palabras del presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda, estos anuncios se deben revisar porque “asfixiando esta industria no se van a tranquilizar los mercados, ni tampoco se va a lograr mayor prosperidad”. Este anuncio fue un intento de tranquilizar esos mercados.
3. Zonas francas se mantienen igual
El senador Efraín Cepeda del Partido Conservador, uno de los ponentes de la reforma tributaria, aseguró que se lograron hacer otros ajustes en el proyecto del Gobierno. Uno de los más importantes es con relación a las zonas francas del país. El congresista confirmó que se mantendrá el régimen franco para las empresas que operan en esos sectores con tarifas diferenciales.
“Impuesto sobre la renta queda en 20 % para exportadores y para refinerías, biocombustibles, servicios logísticos, portuarios y salud; y en 35 % para no exportadores”, aseguró Cepeda al salir de la reunión en el Ministerio de Hacienda.
Cepeda explicó que, por ejemplo, el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer (CTIC), recientemente inaugurado en Bogotá, tendría que pagar impuestos sobre los impuestos que ya había importado sobre el régimen franco si se mantenía ese artículo.
“Se llegó a que no se pierde de ninguna manera para ninguno del régimen franco. Estoy hablando en general de todas las zonas francas que pagarán el 20 % las exportadoras y el 35 % las que no exporten”, reiteró el senador del Partido Conservador.
Cepeda explicó que en los centros hospitalarios, Reficar o de biocombustibles se encontró una fórmula para poder vender al extranjero conservando el régimen franco intacto. “Ha sido un avance significativo”, destacó Cepeda.
Y reiteró cómo quedó la medida: “Aquellas empresas que no exporten tendrán que pagar el impuesto igual que todos los colombianos al 35 %, solo que no pierden el régimen franco”. Eso quiere decir que podrán seguir importando equipos como zona franca, sin gravamen, y no tendrán que nacionalizar los recursos con lo que ya cuentan.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, confirmó el ajuste. “En zonas francas quedamos en que va a haber un impuesto que va a ser ponderado que va a ser del 20 % sobre las ventas en el exterior y el 30 % en el mercado interno”, afirmó Ocampo.
El jefe de la cartera de Hacienda agregó que hay algunas excepciones para productos energéticos que se venden al mercado interno y que mantendrán el descuento del 20 % en las zonas francas offshore de gas como Reficar y de biocombustible.
“Para las empresas, puertos, aeropuertos y hospitales se considera que las ventas a extranjeros son de exportación”, aseguró el ministro de Hacienda.
4. Cárcel para evasores
Otro de los puntos más importantes que se logró ajustar en la reforma tributaria fue que se abrió la posibilidad de que los evasores reincidentes paguen condenas en prisión. “La tercera vez va a la cárcel”, confirmó Ocampo.
“Primero paga, segundo paga con una multa adicional y la tercera va a la cárcel”, aseguró el ministro de Hacienda.
5. Iglesias no pagarán impuestos sobre lo que reinvierten en actividades filantrópicas
Uno de los artículos que más llama la atención en esta reforma tributaria es el del impuesto a las iglesias en el país, que finalmente sí irá, pese a que el mismo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, manifestó hace unos meses a SEMANA que “por nada del mundo” establecerían un impuesto para estas.
En su diálogo con este medio, a mediados de agosto, Ocampo sostuvo que, a pesar de lo que llegaron a decir algunas personas en redes sociales, de ninguna manera se había contemplado la posibilidad de gravar a las iglesias en el gobierno de Gustavo Petro: “La iglesia siempre ha estado por fuera del sistema tributario”.
“Este es un país que respeta todas las religiones. No nos vamos a meter en eso (...), muchas iglesias tienen más bien falta de dinero. O sea, son poquitas las que tienen exceso de dinero. En su mayoría no son prósperas”, dijo en su momento el ministro Ocampo. Sin embargo, con lo aprobado en primer debate, al parecer iba a ocurrir todo lo contrario.
Finalmente esta semana se determinó que las iglesias pagarán impuestos, pero con una salvedad. No se gravará nada de lo que reinviertan en sus actividades filantrópicas.
La discusión continuará este jueves en el Ministerio de Hacienda y sin duda uno de los temas sensibles será el impuesto al patrimonio, en el que hay varias propuestas que deberán ser concertadas con el ministro Ocampo y las distintas bancadas.