Si hay algo temible y propagado en Colombia es el llamado ‘gota a gota’, es decir, créditos que se entregan por la mañana, sin llenar ningún tipo de requisito, sin verificar si el usuario tiene con qué pagar y, al final del día, pasa el ‘chepito’ a hacer el cobro, por las buenas o por las malas.
Las tasas de interés son elevadísimas. Se habla de un 10 % diario, con lo cual, la persona termina pagando un 100 % del crédito, es decir, le prestaron 100.000 pesos y devuelve 200.000 al prestamista.
Sobre ese tema se refirió el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en los Diálogos con el sector bancario, evento realizado en España, en busca encontrar caminos para que, principalmente los que han estado por fuera del sistema financiero, tengan oportunidad de acceder.
En el fondo, se trata de promover el progreso económico y social, y ese precisamente era el ‘apellido’ del foro.
El ministro colombiano enfatizó en que la banca debe generar condiciones de crédito, de manera que el gota a gota no sea la alternativa.
Se trata de una actividad ilegal y peligrosa, que se soporta en la escasa confianza que tiene la banca tradicional en el pequeño negocio, pues implica un alto riesgo de impago.
Los retos del sector financiero
El ‘gota a gota’ es el punto de partida alrededor del cual el ministro Bonilla explicó los retos que tiene el sector financiero colombiano.
En su intervención, en primer lugar, puso de presente el papel del Banco Central. Expuso que “Colombia defiende la estabilidad de la autoridad monetaria, que es el Banco de la República, y eso está reglamentado en la Constitución Política, en donde está garantizada su autonomía e independencia. Ahí se emite dinero”, dijo.
Posteriormente, se refirió a la banca comercial que, a su juicio, está altamente concentrada, pese a la existencia de muchos bancos. “Los bancos están en grupos, por lo tanto el sistema financiero desde el segmento bancario se reduce a pocos grupos”.
En ese sentido, para Bonilla, el reto es lograr que garanticen tasas de interés en el mercado, que hagan válido el negocio de ambos lados: el que presta y el que saca prestado en el sistema formal.
A bajar intereses
El ministro enfatizó en que, desde el frente de las autoridades a las que les corresponde la tarea, el país está controlando la inflación, que es la que ha llevado al apretón con las tasas de interés de referencia. “Aspiramos a bajar la inflación a un dígito, pero aún estamos lejos de la meta de 3 %. Esperamos cerrar en 9 %. No tenemos hiperinflación. La tasa de interés del Banco Central es de 13,25 % y necesitamos que comience a bajar, y el mensaje se va a empezar a tener este año”, dijo.
Principalmente, porque el efecto de las tasas de interés de referencia en las tasa reales ha sido fuerte. “Estamos hablando de tasas del 15, del 20 y hasta del 30 %. Eso hace inmanejables los negocios”.
Si bien es cierto que los pequeños negocios no generan confianza al sistema financiero tradicional, Bonilla destacó el papel que ha tenido el Banco Santander, que está basando su modelo en la confianza. “Aún tienen la tasa de interés alta, pero es menor que la del gota a gota, cuya garantía de pago no es para nada seguro, pues se trata de un cobro coactivo, a veces, inclusive, con arma en mano”.
Por esa razón, resaltó Bonilla, “queremos combatir el ‘gota a gota’; buscar la manera de hacer inclusión financiera, con tasas de interés competitivas para ambos”.
Recorrer ese camino sería más fácil si en Colombia existieran más bancos públicos, dijo el ministro de Hacienda: “Quedan pocos bancos públicos. Está el Banco Agrario, pero es pequeño”.
De ahí su llamado a la banca comercial a ayudar con mejores tasas, a combatir el ‘gota a gota’. “El sector financiero formal es el único que está en condiciones de derrotar el ‘gota a gota’”, concluyó.