En las últimas horas se conoció el aumento del salario mínimo, que, según afirmó el presidente Gustavo Petro y los diferentes representantes de los sectores productivos en Colombia como Fenalco, Andi, SAC, Acopi y Asobancaria, será del 16 %, es decir que queda en $ 1.160.000 para el año 2023, sin contar el auxilio de transporte. Actualmente, más de tres millones de personas, de un total de 22 millones de trabajadores, ganan este monto en el país.

Para el caso del auxilio de transporte, este aumento será un poco más alto, pues según la información conocida por SEMANA sería del 20 %, unos 23.400 pesos. Así las cosas, este ítem pasaría de 117.000 pesos a 140.400 pesos el próximo año.

Al incremento se le suma que las tasas de interés también están subiendo y el peso colombiano está en caída libre, componentes que afectan directamente el poder adquisitivo de los colombianos. También, en la concertación del incremento del salario, influye la productividad total, que según la elección que hizo la mesa de concertación, es del 1,24 % este año.

“Fedesarrollo había propuesto una cifra basada en la inflación esperada para este año, que estará alrededor del 12,5 %, y el crecimiento de la productividad, en el 1,2 %. Lo que sumado es una cifra técnica del 13,5 %. Esa cifra del 16 % está por encima de lo técnicamente deseable, pero es políticamente muy razonable, porque es una concertación entre empresarios y sindicato. Es un mensaje muy positivo”, según comentó el economista y director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, sobre el costo de vida y la capacidad adquisitiva de los colombianos.

Adicionalmente, también agregó que el incremento del salario mínimo para el 2023 tendrá un impacto en otros sectores de la economía, y explicó los motivos por los que no puede superar ese porcentaje.

“Porque cuando usted aumenta mucho el salario mínimo, eso se traslada a todos los bienes y servicios, y eso, al final de cuenta, no mejora la capacidad de compra de quienes precisamente ganan un salario mínimo”, explicó Mejía. “El Gobierno tiene que hacer un monitoreo de la canasta familiar en los próximos meses. Aquí destaco el papel del Banco de la República y su papel en el control de la inflación. Me parece muy importante lo que está planteando el Gobierno y es tratar de desatar una gran cantidad de precios que están atados al salario mínimo, más de 200, y eso limita que haya un problema de indexación, es decir que el aumento de salario mínimo se refleje en el aumento de muchos productos y eso no beneficie a los trabajadores”, subrayó.

Adicional a esto, es clave reconocer que un incremento del salario superior a la inflación que registra el país, podría también aumentar el margen que existe entre el trabajo informal y formal, toda vez que la mano de obra también sería más costosa. Es decir, podría disminuir el trabajo formal y crecer la informalidad.

“Si una panadería tiene cinco empleados, una alternativa es trasladar el costo del aumento al salario mínimo al pan, pero también está la posibilidad de no contratar cinco sino cuatro trabajadores, y eso aumenta el desempleo y la informalidad. Eso también tendrá que monitorearlo el gobierno. (...) Un 16 % es una cifra razonable desde lo político, pero hay que monitorear la tasa de desempleo y de informalidad”, concluyó Mejía.

¿El incremento es para todos los trabajadores?

Sin embargo, muchas personas se preguntan: ¿si se gana más del salario mínimo, se tiene derecho a ese incremento?

Al respecto, Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional, declaró a SEMANA que “la pérdida de poder adquisitivo afecta a todos los ciudadanos, independiente de que ganen igual o más de un salario mínimo”, y, por ende, “sí debería subirse en efecto al mismo ritmo de crecimiento del salario mínimo”.

De acuerdo con Ávila, el tema inflacionario afecta a todos por igual y la idea es estabilizar los ingresos laborales y buscar ese equilibrio.