En el Congreso ‘Camacol Verde’, que se llevó a cabo desde el 11 al 12 de mayo en Pereira, el presidente del gremio, Guillermo Herrera, hizo énfasis en los avances y beneficios que traería la construcción de vivienda sostenible en Colombia.
Uno de los puntos centrales es la reducción de los precios de los servicios públicos en el país. Que por esta época, en tiempos de un costo de vida elevado, y aunque haya cedido para el mes de abril de 2023, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la inflación quedó en 12,82 % sigue siendo alta y sigue presionando el bolsillo de los colombianos con el pago los servicios públicos.
El de mayor aporte es el del arriendo, de acuerdo con lo manifestado en la mañana del viernes 5 de mayo por el Dane. “Los arriendos se suben en Colombia, se suben con una regla que sigue el crecimiento de la inflación del año inmediatamente anterior”, dijo Piedad Urdinola directora del Dane ese mismo día de la revelación de la cifra.
Ahora bien, el Gobierno del presidente, Gustavo Petro, ha insistido en la idea en que Colombia debe comenzar con la construcción de la transición energética, un tema transversal en todos los sectores, como la construcción de vivienda.
Al respecto, Herrera, agregó que todas las acciones que se tomen deben apuntar a revertir la contracción en ventas que enfrenta la vivienda y disminuir los costos al adquirir esta oferta, y, en línea con la temática de Camacol Verde, la importancia de construir sostenible apunta en esa dirección, además de registrar ahorro del 30 % en el pago de las facturas mensuales.
“La idea es que haya reducción de emisiones de gases y ahorro en el consumo de energía y también de materiales que se usan en la construcción. Esto es atractivo para los compradores porque tiene mejores condiciones de confort, por ejemplo, en climas cálidos van a necesitar menos aire acondicionado, en climas fríos será más caliente y al final a los hogares de menos ingresos les va a reportar ahorros en el pago de las facturas mensuales”, indicó Herrera.
Y agregó: “Explorar diseños amigables con el medioambiente permite reducir los costos asociados a la vivienda y tiene la capacidad de generar ahorros. Por eso, nosotros creemos que verde es la única opción y, ante este escenario, debemos construir viviendas que les generen menos costos a quienes las van a habitar, sobre todo a quienes compran vivienda de interés social (VIS), lo que obliga a analizar cómo el costo impacta la libertad de los hogares para poder gastar en lo que necesitan”.
Herrera recordó que, en Bogotá, las familias de escasos recursos pueden gastar hasta el 40 % de sus ingresos en los costos asociados a la vivienda. “Precisamente, lo que queremos con las construcciones sostenibles es reducir los gastos de agua y energía, y es algo que será posible cuando tengan más viviendas amigables con el medioambiente”.
Según el gremio cuentan con el apoyo alianzas del Banco Mundial y, además, Camacol opera la certificación EDGE, que es de proyectos responsables con el ambiente, y a la fecha en Colombia sumamos 12 millones de metros cuadrados, cerca de 180 mil viviendas, 80 % de interés social. De hecho, es uno de los ejes del Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Durante la primera jornada también participaron Julien Robert, director de cooperación económica y desarrollo de la Embajada Suiza en Colombia; Angélica Ospina, directora técnica del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS); Ommid Saberi, líder técnico global EDGE en la Corporación Financiera Internacional (IFC), y Vishwas Vidyaranya, de Ambire Global. Otro espacio relevante en Camacol Verde fue el panel ‘El rol de la mujer en el desarrollo sostenible’, en el cual participaron Alejandra Robledo, de la Constructora Bolívar; Paula Cuéllar, de la Organización Corona, y Manuela Pinilla, de Build Change.