El hundimiento de la reforma laboral fue un severo golpe político al Gobierno del presidente Gustavo Petro. Más allá de sus implicaciones en el ámbito legislativo, esto tiene un considerable impacto a nivel económico, pues los mercados y analistas tenían incertidumbre por las implicaciones que tenía el articulado propuesto por el Ministerio de Trabajo.
Quien fuera titular de la cartera de hacienda durante la administración de Iván Duque, y quien logró concertar iniciativas como una reforma tributaria, José Manuel Restrepo Abondano, en diálogo con Semana, aseguró que uno de los principales fallos de las propuestas del Gobierno Petro fue que no hubo diálogo ni concertaciones suficientes, en especial con la oposición.
Son muchos los factores que jugaron en contra del actual Gobierno, pero, principalmente, las decisiones que se fueron tomando durante los meses anteriores. Fueron un punto negativo, ya que tuvieron unas fuertes implicaciones en los sectores económicos, lo que no permitía que estos apoyaran las iniciativas.
“Se pusieron de presente muchas reformas, casi que un rosario de reformas: laboral, de salud, pensional, tributaria, política y a la justicia. La incertidumbre se generó porque algunas de ellas podían afectar a los sectores de la economía. Particularmente la más crítica o las dos más críticas son salud y laboral. La laboral porque no respondía a dos de los tres propósitos claves que debe tener una reforma laboral.
Una reforma laboral se hace por tres razones: para dignificar la tarea o la labor de los trabajadores, para lograr formalizar y para generar empleo. Esta reforma laboral destruye empleo y generaba más informalidad, aunque sí dignificaba a algunos trabajadores. Pero, claramente, sí afectaba principalmente a la micro y mediana empresa, no tanto a la grande, porque estas, a pesar de los grandes costos, son capaces de reaccionar”, señaló en entrevista con Semana.
El economista aseguró que a pesar del dificultoso trámite de las reformas, el resultado actual puede traer una mayor certidumbre, especialmente para los inversionistas interesados en Colombia, además que podría dar un parte de tranquilidad para los mercados en general.
De hecho, el exministro aseguró que las reformas sí se necesitan, y espera que finalmente puedan aprobarse. No obstante, es necesario que el Gobierno escuche a todos los sectores, y haya un diálogo real, incluso con su oposición sectorial, tanto en el ámbito político, como económico. Esto evitaría que se hundieran futuras propuestas.
“La invitación más importante es que si se quieren hacer todos estos cambios, porque Colombia los necesita, y que tienen propósitos loables varios de ellos, y que todos queremos que se den, pues el único camino posible para un Gobierno, que tiene una mayoría, pero exigua, y que no la tienen en el Congreso de la República, es dialogar, es construir consenso. Es generar diálogo político aún con los distintos; si no se hace eso, no va a salir fácilmente”.
El rector de la Universidad EIA ratifica que sí se necesita una reforma a la salud que garantice mayor cobertura en los territorios, además de aumentar la eficiencia de los procesos de promoción y prevención. Lo mismo pasa con la reforma laboral, la cual se necesita para trabajar en temas de dignificación de empleos. No obstante, ve con tristeza que los textos e iniciativas no son coherentes con la promesa de cambio postulada por el actual Gobierno.
“Creo que se necesitan las reformas, y creo que, al final del camino, esto debe ser una invitación a las distintas orillas políticas e ideológicas del país, para que se sienten y empiecen a construir unas iniciativas que generen viabilidad, que construyan desde lo construido, que mejoren los escenarios de los distintos sectores de la economía y que contribuyan a que Colombia dé respuestas a una serie de necesidades sociales y económicas que tiene”.
En diálogo con Semana, José Manuel Restrepo aseguró que el Gobierno debería volver a presentar las reformas, pero con un articulado totalmente diferente, en lo posible, dialogando con los sectores, que realmente esperan el cambio que les prometieron.