La Transportadora de Gas Internacional (TGI) y el Centro Regional de Estudios de Energía (CREE) presentaron esta semana la Hoja de Ruta del gas natural en Colombia, en la cual destacaron la importancia de este recurso en la transición energética y la necesidad de exploración y explotación para satisfacer la demanda del país, teniendo en cuenta las amenazas climáticas que se vienen por cuenta del fenómeno de El Niño.
Según TGI, actualmente Colombia cuenta con la infraestructura y capacidad instalada para garantizar la oferta de gas natural y cubrir la demanda en sectores como el transporte de carga e industria, donde las energías renovables aún no pueden suplir completamente las necesidades energéticas sin afectar su operatividad.
Así mismo, plantea desafíos y recomendaciones para que Colombia pueda cumplir con la ambiciosa meta de cero emisiones para 2050, proporcionando elementos para la toma de decisiones basadas en escenarios realistas en cuanto a costos, disponibilidad y tiempos de implementación de energías renovables y nuevas tecnologías.
También concluye que el gas natural es la energía que permitirá la transición, al ser una fuente con bajas emisiones y contribuir a mejorar la calidad del aire al emitir menos material particulado que el carbón y el diésel. Además, es asequible, disponible y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 35 % y 50 %. Se recalca que esto será necesario durante los próximos 30 años.
Sin embargo, durante la presentación del informe, Tomás González, presidente del CREE, advirtió que las reservas probadas actuales indican que el país solo tiene gas para ocho años si se mantiene el consumo actual. Existe el riesgo de perder la autosuficiencia en la segunda mitad de la década, lo que podría afectar la capacidad de satisfacer la demanda interna.
“Se destaca la necesidad de aumentar las reservas de gas para llevar a cabo una transición a un costo mínimo y cumplir con las metas ambientales. Se requieren señales claras de que se buscará, encontrará y desarrollará el gas necesario para cumplir con estas metas”, indicó este experto.
Mónica Contreras Esper, presidente de TGI, enfatiza la importancia de planificar las inversiones y acompañar la demanda en el proceso de sustitución de energéticos, un proceso que puede llevar cerca de 30 años.
”Hay que planificar las inversiones y acompañar a la demanda en su proceso de sustitución de energéticos, el cual tarda cerca de 30 años. Nuestra propuesta puede complementar los esfuerzos actuales del Gobierno en la creación de su Hoja de Ruta para la transición energética. Somos conscientes que es un trabajo en el que debemos participar diversos sectores y en el que garanticemos abastecimiento”, explicó Contreras.
La Hoja de Ruta para el gas natural busca contribuir a la construcción de políticas públicas que promuevan una transición energética justa, sostenible, ordenada y competitiva, en la que todos los colombianos se involucren y comprendan la importancia de cambiar los hábitos de consumo y producción para descarbonizar la economía.
Dentro del estudio también se presentan recomendaciones para el sector. Entre ellas se destaca la necesidad de flexibilizar los marcos regulatorios para dinamizar el mercado, fomentar la competencia y permitir la conexión de nuevos usuarios para cerrar las brechas sociales. Actualmente, el gas natural llega a más de diez millones de hogares en Colombia, pero aún se debe trabajar para superar la pobreza energética en 1.6 millones de hogares que cocinan con leña.
De igual forma destacan la necesidad de duplicar el consumo de gas en los próximos 20 años, lo que responde a la urgencia de incrementar las reservas probadas y diversificar las fuentes de suministro. Además, se enfatiza la importancia de contar con un sistema confiable y adaptado, avanzar en la sustitución de consumos industriales y promover la adopción de tecnologías más eficientes en el transporte de carga, como vehículos impulsados por gas.
La flexibilización de los marcos regulatorios se plantea como una medida clave para dinamizar el mercado del gas natural en Colombia. Esto permitiría fomentar la competencia entre los actores del sector y facilitar la conexión de nuevos usuarios, contribuyendo así a cerrar las brechas sociales y garantizar un acceso más equitativo a este recurso energético. A pesar de que el gas natural llega a más de 10 millones de hogares en el país, todavía existe un trabajo pendiente para superar la pobreza energética en 1.6 millones de hogares que dependen de la leña como fuente de cocina.
Por último sostienen que es necesario impulsar programas de regasificación rural que permitan llevar el gas natural a los más de 300 municipios que aún no tienen acceso a este recurso. Esto contribuiría a mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales y promovería un desarrollo más equitativo en todo el territorio colombiano.