La situación económica internacional ha tenido serios impactos en muchos países, afectando muchos de los sectores productivos, por lo que el comercio se vuelve clave para la dinamización de las actividades en general. Colombia no ha sido ajena a las consecuencias de esto, por lo que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo analizó la situación mundial.
Para el gobierno, el ritmo comercial se desaceleró a nivel mundial, se respalda con cifras aportadas por la organización mundial del Comercio, que han visto la pérdida del ritmo desde el segundo semestre del 2022. Este será uno de los puntos más complicados de recuperar a nivel económico, principalmente por la caída de los precios que a su vez ha disminuido la demanda de bienes y servicios.
El producto interno bruto a nivel mundial ya estaría evidenciando la desaceleración y, de acuerdo con perspectivas de autoridades como el fondo monetario internacional, de crecer el 6,3 % en 2022, la cifra para el 2023 era del 2,8 %. Los frenazos más significativos se verían en las principales economías como la de los Estados Unidos y la Unión Europea. Esto ha traído consigo un fuerte impacto para las exportaciones colombianas en lo corrido del año.
“En el caso de las exportaciones mineras de petróleo y carbón, así como las exportaciones de productos agrícolas que representan el 80 % de las exportaciones colombianas, claramente estas están en función de la demanda externa y de los precios internacionales. Es así como la desaceleración económica de nuestros principales socios comerciales como son Estados Unidos y la Unión Europea ha hecho que demanden menos de nuestras exportaciones mineras y tradicionales (banano, café y flores)”.
Para Colombia hay un gran impacto por la reducción de consumo en los Estados Unidos y la Unión Europea, ya que son los principales clientes del país, y es una un problema que está afectando a naciones como Chile, Perú, China, Ecuador, Brasil y Alemania.
La desaceleración económica sería la responsable de la reducción en las exportaciones
Según las cifras presentadas por el Ministerio de Comercio, durante el segundo semestre del 2022 las exportaciones totales de Colombia mostraron tendencia de crecimiento positivo, no obstante, en lo corrido del 2023 la variación ha sido negativa, puntualmente en abril, cuando se registró una pérdida del 31,5 %.
Sumado a las condiciones internacionales, Colombia estaría afrontando problemas internos derivados del cambio climático. En el análisis del gobierno, el fenómeno de la niña ha tenido impactos negativos, como por ejemplo en la producción del café:
“En este entorno externo de reducción de demanda externa y de menores precios internacionales, un factor interno que afectó fue el “fenómeno de la niña” que influyó en la reducción de la producción nacional de café. De acuerdo con la Federación Nacional de Cafeteros, en el año cafetero 2021/22, la producción nacional fue de 11,7 millones de sacos de 60 kg de café verde, 12,8 % menos frente a 2020/21. Esta caída se debió principalmente a las condiciones climáticas poco favorables para el cultivo de café, principal producto agropecuario de exportación”.
La gran conclusión que hacen desde el Ministerio de Comercio, apalancado por la baja demanda mundial y la desaceleración, es que Colombia debe trabajar en la reactivación de las exportaciones, a través de políticas de reindustrialización, además de ampliar la oferta exportable e impulsar a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Aunque el panorama parezca adverso, entidades como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) han mejorado sus perspectivas de crecimiento económico, tanto para Latinoamérica, como para Colombia. Esto se suma a que en mayo empezó a disminuir la inflación, junto con la reducción del desempleo, que serían los principales dinamizadores.