La calificadora S&P Global Ratings anunció en la noche de este jueves que rebajó las calificaciones de tres entidades financieras de Colombia, tras tomar la misma decisión sobre la nación.
La reducción en las calificaciones se debe al “riesgo país” al que se enfrentan las tres entidades, por ser emisoras de deuda de corto y largo plazo para la nación.
“Por lo tanto, bajamos las calificaciones crediticias de emisor de largo plazo del banco comercial Banco Davivienda S. A. y de dos entidades de crédito gubernamentales, Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) y Financiera de Desarrollo Territorial S. A. (Findeter) a ‘BB+’ desde ‘BBB-’. Adicionalmente, bajamos las calificaciones de corto plazo de Banco Davivienda y Findeter a ‘B’ desde ‘A-3’”, señaló la calificadora.
A esto, la entidad sumó que la perspectiva de los tres bancos es estable, lo que refleja la calificación de Colombia. “La perspectiva estable de Colombia refleja nuestra opinión de que la recuperación económica, junto con algunas medidas fiscales, estabilizará el reciente empeoramiento de la carga de la deuda del gobierno en los próximos dos o tres años”.
Para los casos específicos, S&P señaló que en el caso de Davivienda, la perspectiva estable permanecerá para los próximos 12 o 18 meses y la calificación se debe a que es poco frecuente que se califique a instituciones financieras por arriba de la calificación soberana de largo plazo, pues en periodos de estrés, las potestades regulatorias y de supervisión podrían restringir la flexibilidad financiera del banco.
“Esperamos que Banco Davivienda mantenga suposición de liderazgo en la industria bancaria colombiana, particularmente, en el segmento de consumo, junto con su generación de capital interno estable para respaldar un índice de capital ajustado por riesgo (RAC, por sus siglas en inglés) proyectado por encima de 5 %”, señaló la calificadora.
En cuanto a las entidades financieras de propiedad estatal, FDN y Findeter, las calificaciones se moverán conforme cambien las del país. “No obstante, podríamos bajar las calificaciones de Findeter y FDN si revisamos nuestra evaluación de la probabilidad de apoyo extraordinario del gobierno a una categoría más débil, debido a un cambio en nuestras expectativas de la relación de los bancos con el gobierno”, destaca el informe.
Pese a las proyecciones, S&P fue enfático en señalar que espera que ambas entidades sigan desarrollando e implementando políticas públicas para apoyar el financiamiento de proyectos de infraestructura urbana sostenible.
En el documento se recordó la decisión de calificación de Colombia, que bajó y además, perdió su grado de inversión, una decisión que encarece la financiación a la que se someta la Nación, tanto pública como privada, así como la generación de un panorama menos lucido para la inversión extranjera.
La calificadora de riesgo es enfática en señalar que esta rebaja se debe a que fue retirada del Congreso de la República la propuesta de reforma tributaria “en un contexto de altas presiones de gasto, lo que ha resultado en una probabilidad significativamente menor de que Colombia mejore su posición fiscal luego de un reciente y marcado deterioro”.
Además, influyen la alta vulnerabilidad externa del país y el perfil económico moderado, junto con los niveles de deuda de Colombia, estabilizándose en alrededor del 60 % del PIB durante 2021-2024, y los déficits fiscales relativamente grandes que ya no son consistentes con una calificación en moneda extranjera de grado de inversión (‘BBB-’ o superior).
De igual manera, la entidad advirtió que podría bajar la calificación del país en los próximos 12 a 18 meses si el daño potencial a largo plazo causado por la pandemia, otros desarrollos internos o nuevos choques externos impiden que la economía colombiana se recupere en 2021.