Desde la presentación de la reforma a la salud, propuesta por el gobierno del presidente Gustavo Petro, las EPS y el sistema de salud colombiano han recibido duras críticas.
Largas filas para reclamar medicamentos y citas con tiempos de espera de más de 60 días son algunas de las críticas que se le han hecho a esta estructura.
Sin embargo, los expertos aseguran que, pese a las falencias de dicho sistema, tiene grandes virtudes, de las que carecen otros países que tienen mejor economía y desarrollo industrial que Colombia, como Estados Unidos.
Una reciente publicación de la revista inglesa The Economist dejó bien parado al sistema, asegurando que garantiza la cobertura a más pacientes.
¿Por qué el sistema de salud colombiano es bueno?
De acuerdo con el ranking, este comparó los enfoques nacionales de salud y atención médica en todo el mundo, analizó también cómo está la inclusión sanitaria, y Colombia se ubica en un buen puesto entre las naciones que tienen mayor cobertura en el mundo.
Taliandia encabezó la lista como la nación con el mejor sistema de salud, seguida por Canadá, Corea del Sur, Gran Bretaña, Francia y en sexto lugar Colombia. Luego aparecen Rusia, Argelia, Egipto, Emiratos Árabes y Cuba.
Colombia aparece además con buenos números en el indicador de inclusividad y esperanza de vida, pues recibió el mayor puntaje en tener salud como prioridad y en el empoderamiento de los usuarios.
Pese a ello, el país se rajó en otros aspectos como infraestructura, recurso humano y cultura de práctica, que son factores que todavía se deben mejorar en la nación.
El estudio llega en medio de la discusión sobre si mantener o no las EPS en Colombia, debido a que muchas han entrado en quiebra y otras, como Compensar, Sura y Sanitas, han anunciado crisis en sus finanzas y deudas elevadas.
De hecho, varios expertos se han pronunciado concretamente frente al tema de las empresas mencionadas, analizando las consecuencias que tendría para millones de usuarios la suspensión o el cese en las operaciones de las compañías prestadoras de salud.
Uno de ellos fue el exministro de salud Fernando Ruiz, quien ha sido uno de los mayores defensores del sistema actual y uno de los funcionarios que conoce de primera mano la estructura, dado que también fue viceministro de Salud en el gobierno de Juan Manuel Santos.
Aseguró que son unos 13 millones de usuarios los que desaparecerían con el quiebre de estas EPS, pues una sola de estas agrupa a más de cinco millones. El problema, además del quiebre, sería que estos usuarios llegarían a sobrecargar los servicios de otras entidades, por lo que también las afectarían enormemente.
“La Nueva EPS no podrá recibir a tanta gente. Y, si los recibe, comienza un racionamiento de servicios, que es lo (que) puede terminar pasando, afectando a los más pobres. La gente de clase media buscará un seguro, pero en los sectores populares no tienen esa opción. Sería (un) apocalipsis y el Gobierno no lo quiere reconocer porque han sido dogmáticos en su visión”, comentó Ruiz.
Dijo además que el Gobierno no ha tenido en cuenta que los usuarios subsidiados en salud son el 50 % de la población colombiana, los cuales no aportan al sistema dado que no tienen capacidad de pago. En números, son unos 25 millones de usuarios.
Finalmente, el exministro afirmó que también hay otros afectados en la cadena de servicios de salud, como lo son los proveedores de insumos y medicamentos, los cuales han adoptado una posición más hostil y deben vender en dólares para dar manejo a la inflación o también les dan plazos muy cortos. Esto sin duda alguna es un obstáculo inmenso para los hospitales tanto públicos como privados.