A pesar de que la recuperación económica es una realidad y que hasta el Banco de la República cree que el país va a recuperar este año lo perdido en 2020 por culpa de la pandemia, el mercado laboral sigue afectado, con altos niveles de desempleo e informalidad.
De acuerdo con el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el desempleo de Colombia en julio se ubicó en 14,3 %, cuando un año atrás fue de 20,2 %. Sin embargo, la disminución fue leve en comparación con junio, cuando el desempleo fue de 14,4 %.
Otra de las preocupaciones del mercado laboral colombiano son los altos niveles de informalidad, los cuales bordean el 50 %; lo que significa que hay una gran cantidad de trabajadores que no están protegidos por seguridad social y que no contribuyen a su pensión.
Con el fin de solucionar los problemas estructurales del mercado laboral, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) realizó al Gobierno una serie de propuestas que consideran que pueden ayudar con la problemática.
La primera propuesta de Anif tiene que ver con la seguridad social que pagan los trabajadores de hasta 10 salarios mínimos mes a mes, pues considera que estos aportes se deberían eliminar y ser adoptados por el Gobierno.
“Proponemos desligar la seguridad social del tipo de vinculación que tenga el trabajador con el mercado laboral, con esto proponemos que los empleadores y trabajadores dejen de cotizar paulatinamente a salud y se recauden los recursos por medio de impuestos generales”, dijo Anif.
Según la entidad, las cotizaciones a salud del régimen contributivo generan una barrera a la contratación formal por doble vía. Por un lado, para el empleador las cotizaciones a salud de los empleados se convierten en un costo que prefieren evitar. Así mismo, los empleados informales del régimen subsidiado prefieren no formalizarse con el fin de no perder beneficios.
“Para el 2020 el recaudo por cotizaciones fue de $20.5 billones (37 % de los recursos del sistema) los cuales se podrían recaudar por medio de otros impuestos manteniendo la progresividad que existe en la actualidad. La propuesta contempla una implementación gradual por etapas priorizando los grupos poblacionales que se ven más afectados en el mercado laboral empezando por los jóvenes entre 18 y 25 años y seguidos por las mujeres”, dijo Anif.
La asociación estima que, con esta iniciativa, los trabajadores tendrán más recursos (pues ya no se les descontará el aporte de manera mensual) que podrán destinar a otros aspectos como la pensión.
“Con esta propuesta los trabajadores pueden dedicar más recursos a sus pensiones, se reducen los incentivos de los trabajadores a no formalizarse y se reducen las barreras de los empleados a formalizar a sus empleados”, dijo Anif.
Trabajo por horas
La segunda propuesta de Anif es una vieja conocida y es permitir la contratación laboral por horas, con el fin de que se pueda vincular más personal al empleo formal y se acabe con la figura de prestación de servicios.
“Es importante reconocer el hecho de que una proporción significativa de la población ocupada en Colombia trabaja menos de 20 horas a la semana lo cual evidencia la necesidad de contar con condiciones diferentes a las actuales que se adecúen a esta realidad”, dijo Anif.
En esta propuesta también se incluye la regulación para que se pueda cotizar al sistema de seguridad social y pensión por horas trabajadas.
“Esta política resultaría beneficiosa, tanto para las finanzas públicas, porque supone un mayor recaudo, como para las personas, porque genera una mayor protección en materia de salud y pensiones”, agregó la entidad.
Salario mínimo diferencial
Otra “vieja conocida” es la propuesta de implementar un salario diferencial por regiones en Colombia, teniendo en cuenta la diferencia de ingresos que hay entre departamentos.
“Actualmente, la diferencia entre la productividad media de cada ciudad (ingresos laborales promedio) y el salario mínimo se traduce, en mayor o menor medida, en desempleo e informalidad. Por ejemplo, en Bogotá el salario promedio es aproximadamente el doble de ciudades como Cúcuta o Montería, pero esta realidad no se ve reflejada en el nivel de salario mínimo nacional”, dijo Anif.
La entidad sostiene que, precisamente, las mayores tasas de informalidad y desempleo se dan en ciudades con poca productividad donde no hay empresas porque los costos de contratar y montar la compañía en estas regiones son muy elevados.
“En ciudades como estas, por ejemplo, los salarios promedio se ubican incluso por debajo del salario mínimo haciendo muy difícil subir los índices de empleo formal. Generalmente, cuando hay aumento de la ocupación, este se da, en mayor proporción, en la informalidad. De hecho, la realidad es que más del 51% de la población ocupada en el país gana menos de un salario mínimo”, dijo Anif.
Esta iniciativa también la propuso la Ocde, la cual incluso cree que es necesario disminuir el salario mínimo para ampliar la formalidad en el país.
“Deberían reducirse los elevados costes laborales no salariales y el salario mínimo relativamente alto para fomentar la contratación formal, en particular de trabajadores poco cualificados, jóvenes y personas ubicadas en regiones menos desarrolladas”, apuntó la entidad multilateral.
Otras propuestas
Las recomendaciones de Anif finalizan proponiendo medidas específicas para fomentar el empleo en las poblaciones más afectadas por la pandemia del coronavirus: mujeres y jóvenes.
“Es muy importante generar medidas específicas que incentiven el empleo de las mujeres y los jóvenes y eliminen las barreras para su contratación. En particular, para las mujeres proponemos incentivar su contratación en sectores altamente generadores de empleo brindando incentivos tributarios a los empleadores”, dijo Anif.
Para los jóvenes, la recomendación es implementar incentivos tributarios a empleadores de jóvenes y brindar mayores subsidios a la nómina a los sectores que los empleen y que hayan sido fuertemente afectados por la pandemia como es el caso del sector del entretenimiento.