La transición energética es uno de los temas prioritarios en la agenda nacional, así lo dice el 91% de los participantes del estudio denominado ‘Tenemos Que Hablar de Transición Energética’, realizado por Eafit con ISA y sus empresas en Colombia.
Nueve de cada 10 participantes de diferentes regiones de Colombia consideran que este tema debe ser prioritario en la agenda nacional debido a la necesidad de proteger el medioambiente a través de la búsqueda de alternativas sostenibles y respetuosas con la vida humana y la biodiversidad. La transición energética, agregaron, es vital para asegurar la construcción de un futuro sostenible para la nación y las generaciones venideras.
Los 241 conversadores reconocen que no se trata solamente de un cambio en la producción, también en el transporte y en el consumo de energía, es decir, un cambio desde el origen hasta el usuario final, a manera de un compromiso sistémico y colectivo para garantizar la conservación del medioambiente, el cuidado de la vida, la seguridad y la soberanía energética.
En el estudio ‘Tenemos Que Hablar de Transición Energética’, las conclusiones son significativas. “Los resultados obtenidos permiten plantear que, sin duda, hay un clamor de cambio social en general, y en concreto, alrededor de las prácticas energéticas, que tiene un par de activos muy valiosos: el entendimiento común como punto de partida y el consenso respecto al lugar prioritario que debe ocupar la transición energética en la agenda de la nación”, dijo Adolfo Eslava Gómez, decano de Artes y Humanidades de Eafit.
Los colombianos participantes construyeron sus compromisos personales y grupales de cara a la transición energética con más de 1.200 propuestas de acción, que se agruparon para llegar a estos 10 acuerdos ciudadanos: Educación (30,5%), uso consciente (14,4%), movilidad sostenible (10,6%), acciones domésticas (8,1%), cuidar el medioambiente (7,2%), manejo de residuos (6,3%), consumo responsable (6,1%), participación en diseño de políticas públicas (4,3%), energía renovable (2,9%) y veeduría ciudadana (2,9%).
El ejercicio de escuchar a los colombianos contribuye al espíritu de construcción de políticas públicas de forma vinculante con la sociedad. La alianza empresa privada y academia brinda la oportunidad de abrir espacios enriquecedores, donde la participación y el diálogo constructivo son determinantes.
“Este estudio pretende ser un insumo para la toma continua de decisiones del Estado, de las empresas del sector y de los usuarios de energía en su rol fundamental, es decir: todos los colombianos. Es un documento abierto para que cualquier ciudadano pueda profundizar su conocimiento, hacer un uso consciente de la energía y sumarse a esta hoja de ruta conjunta. Es una de las bases para que sigamos construyendo el camino y el futuro de la transición energética”, concluyó Juliana Suso Jaramillo, vicepresidenta de Relaciones Institucionales de ISA.
Cabe mencionar que la transición energética es una estrategia de desarrollo sostenible frente al cambio climático y una de las claves para lograr que el planeta tenga emisiones netas cero en el 2050, un compromiso asumido por la humanidad en el Acuerdo de París (2015). Según Naciones Unidas, los resultados obtenidos hasta la fecha se han quedado cortos y para lograr el cero neto es necesario que todas las sociedades refuercen significativamente la reducción de sus emisiones actuales.
La metodología de este estudio fue adaptada de investigaciones previas realizadas en Chile (2020) y Colombia (2021) denominadas “Tenemos que Hablar”, una plataforma colaborativa de diálogo e incidencia ciudadana que buscaba involucrar diversos actores de la sociedad para construir, desde las diferencias, una hoja de ruta compartida en temas de coyuntura.