El Gobierno de Colombia anunció su objetivo fundamental de adelantar una transición energética “justa y sostenible, que busque asegurar la soberanía energética del país, el acceso democrático a la energía y acciones claras para enfrentar el cambio climático”.
En ese sentido, los ministerios de Minas, Comercio y Hacienda revelaron en conjunto que la transición será gradual y tendrá cinco ejes fundamentales:
- Mayores inversiones en energías limpias y descarbonización.
- Sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles.
- Mayor eficiencia energética.
- Revisión y eventual flexibilización de la regulación para acelerar la generación de energías limpias.
- Reindustrialización de la economía colombiana. Los tiempos de la transición energética dependerán de los resultados de esos ejes, de tal manera que se avance en conjunto con la transición exportadora, con una economía más diversificada, menos dependiente del petróleo y el carbón, y a la vez con sostenibilidad fiscal y macroeconómica.
De igual manera, en la estrategia integral, el Gobierno Nacional incluye, entre otros instrumentos:
- El estímulo a la diversificación de la canasta exportadora con énfasis en la agroindustria, en productos manufacturados y en la transformación del modelo de exportación de recursos energéticos primarios a productos intermedios y de uso final (con mayor valor agregado).
- Convertir a Colombia en uno de los principales centros turísticos de la región.
- Continuar con la eliminación gradual de los subsidios al consumo de combustibles líquidos fósiles.
- Continuar con la exploración y explotación de combustibles líquidos y gas, propiciando la autosuficiencia de la matriz energética.
- Favorecer la exploración, producción e industrialización de minerales críticos (por ejemplo, cobre, cobalto y litio).
- Seguir avanzando en una producción minero-energética con neutralidad de carbono.
Del mismo modo, informaron que el Gobierno Nacional, con los equipos técnicos de los ministerios de Minas y Energía, Comercio, Industria y Turismo, Hacienda y Crédito Público, entre otras instituciones, evaluarán de forma permanente la evolución de estos aspectos.
El próximo mes de mayo, por ejemplo, se presentará el Informe de Reservas de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, una fuente clave de información para las decisiones de política pública. Este balance dará una visión completa de los contratos de exploración y sus efectos sobre producción y exportaciones de petróleo y sobre la producción de gas.
Qué tan cerca está América Latina de convertirse en gigante de energías renovables
América Latina está a punto de convertirse en un importante productor de energías renovables, con un equivalente a mil millones de paneles solares en proyectos a gran escala que entrarán en funcionamiento hasta 2030, según un informe publicado este jueves 9 de marzo.
En una buena noticia en la lucha contra el cambio climático, los investigadores señalaron que el continente lanzará proyectos de energía solar y eólica a gran escala para generar más de 319 gigavatios, equivalentes a cerca del 70 % de la capacidad regional de todas las fuentes de generación combinadas en la actualidad.
“Rica en recursos eólicos y solares, América Latina tiene el potencial de ser un líder mundial en energía renovable”, dice el informe de Global Energy Monitor (GEM), una organización sin fines de lucro basada en Estados Unidos que monitorea el desarrollo de energía limpia.
Los proyectos, que incluyen instalaciones planificadas y en construcción, expandirán en más de 460 % la producción de energía solar y eólica, indica el estudio.
Eso convertirá a la región en un “destacado” actor global en la producción de energías renovables, dijo Kasandra O’Malia, gerente de proyectos de GEM.
“Ya estamos viendo un gran repunte. Y con todos los proyectos planeados, será una explosión exponencial”, le dijo a la AFP.
Incluso si no se concretaran, la región parece estar en un punto de inflexión y es probable que se anuncien más proyectos en los próximos años, añadió.
Brasil, la mayor economía de América Latina, lidera el auge de la energía verde, con 27 gigavatios de plantas solares y eólicas a gran escala en funcionamiento, y otros 217 gigavatios esperados hasta 2030.
El presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien asumió el poder en enero, prometió incrementar las energías limpias y recomponer el liderazgo del país en la cuestión climática, tras cuatro años de deterioro durante el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Pero este desarrollo se explica concretamente por una ley de 2012 que incentivó la energía solar en Brasil, al permitir que los productores privados vendieran electricidad directamente a la red, según Roberto Zilles, director del Instituto de Energía y Medio Ambiente de la Universidad de São Paulo.
“Hoy es más barato producir tu propia energía” que comprarla, le explicó a la AFP.
El informe también destaca los desarrollos en Chile, tradicionalmente importador de combustibles fósiles, donde la energía eólica y solar ya representan 37 % de la capacidad instalada.