La decisión de retirar el proyecto de reforma tributaria radicada a mediados de abril ante el Congreso por el ministro Alberto Carrasquilla no es el fin de esta iniciativa. De hecho, marca el inicio de un nuevo proceso de concertación con los distintos sectores políticos, sociales y económicos para acordar qué debería incluir esta iniciativa, que busca aumentar el recaudo de impuestos en un momento crítico para el país, cuando los niveles de pobreza han crecido de manera acelerada y millones de familias requieren ayudas sociales del Gobierno.
Por eso hay un cambio de planes en el Congreso frente al curso que tomará la reforma, que tendrá que ser aprobada antes del 20 de junio próximo. Hasta el pasado viernes estaban citados a una reunión este lunes 3 de mayo a las 10:00 de la mañana, los coordinadores ponentes de todos los partidos.
La convocatoria la hicieron los integrantes de la mesa directiva de las comisiones terceras y cuartas de Senado y Cámara, y tendrá lugar en las instalaciones del Ministerio de Hacienda. Sin duda, el equipo de Carrasquilla es el más interesado en sacar adelante el nuevo proyecto, pues el país debe enviar un mensaje a las agencias calificadoras y a los inversionistas internacionales de que planea trabajar en la consecución de los recursos para cerrar el abultado déficit fiscal que ha dejado la atención de la pandemia.
Como en este momento no hay texto para revisar en esa reunión, pues el presidente Iván Duque retiró la iniciativa este domingo, la idea es comenzar a barajar cómo se construirá el texto del nuevo proyecto que se radicará en los próximos días.
Richard Aguilar, senador de la comisión Tercera y miembro del partido Cambio Radical, aseguró que ahora lo que viene es una gran convocatoria por parte del Gobierno a los representantes de todos los partidos y del sector empresarial para comenzar con el trabajo de concertación. “Con un nuevo proyecto se deben generar propuestas más concisas de todos los sectores, con el fin de construir un texto que responda a las necesidades del país en este momento”, dijo.
Todo indica que luego de que la bancada de los partidos Cambio Radical y Liberal anunciaran que le retiraban su apoyo a la iniciativa, hace una semana, el proyecto de reforma tributaria comenzó a perder el oxígeno político que necesitaba para lograr su aprobación en el Congreso. Y las marchas que arrancaron el 28 de abril para protestar contra este proyecto terminaron por sepultarla.
Por eso, tras el retiro del proyecto, lo que sigue es la construcción de un consenso en torno a la llamada “ley de sostenibilidad económica” por la administración Duque, tendrá que definir dos temas centrales: 1) Cuál es la nueva meta de recaudo que aspirar recoger la nueva propuesta. 2) De dónde saldrán estos recursos, es decir, cuáles serán los impuestos que se adoptarán a partir de ahora.
Todo indica que en el primer caso la iniciativa pasará de buscar un recaudo cercano a los $ 30 billones, como inicialmente se planteó, a uno alrededor de los $ 15 billones. Es decir que tendrá que reducirse por lo menos a la mitad.
Para Jhon Milton Rodríguez, del partido Colombia Justa Libres, que ha acompañado al Gobierno en muchas de sus iniciativas legislativas, esta vez debe ir, no solo por más recaudo, sino por establecer normas que ataquen el problema de la corrupción en la contratación pública, la evasión de impuestos y “la necesaria reducción de la burocracia del Estado”.
Se estima que en la reunión programada para mañana se definan cuáles son las líneas de acción que a partir de ahora guiarán este proceso de creación colectiva del nuevo texto de la tributaria. De hecho, Rodríguez, considerado uno de los principales aliados del Gobierno, había advertido que debía retirarse la reforma tributaria porque “el poco oxígeno que tenía este proyecto se agotó al haber permitido que estas jornadas se hubieran dado”.
Frente al texto presentado por el ministro Carrasquilla, el senador de Colombia Justa Libres fue muy crítico al cuestionar que en ningún momento el equipo de Hacienda se reunió con los partidos que hacen parte de la coalición de gobierno para hacer un análisis.
“La ausencia de diálogo no tiene ninguna explicación, en especial con nuestro partido, que ha sido respetuoso, serio y disciplinado. Somos de posturas ecuánimes y objetivas, por eso creemos que esa decisión de no convocarnos no tiene explicación”, dijo Rodríguez.
Todo indica que la construcción del nuevo texto arranca mañana mismo con la convocatoria por parte del Gobierno, de todos los sectores que participarán aportando ideas a la iniciativa. De hecho, el tiempo es uno de los factores que tiene en contra el proyecto, pues su aprobación tendría que quedar lista antes del 20 de mayo, cuando terminan las sesiones ordinarias de esta segunda legislatura.
Pero, ¿qué tan viable es que la iniciativa llegue a aprobarse? Aunque apenas quedan siete semanas para que se termine este periodo, los congresistas creen que es posible lograrlo.
Para el senador Aguilar, de Cambio Radical, si se logra una concertación pronta y que deje tranquilos a todos los partidos, y se aprueba en comisiones a más tardar el 20 de mayo, la iniciativa tiene asegurada su aprobación. Eso sí, requerirá de un nuevo mensaje de urgencia por parte del Gobierno.
Rodríguez considera que aunque están ajustados los tiempos para lograr la aprobación de esta reforma, esta puede conseguirse siempre y cuando se llegue a una concertación en la que todos los partidos muestren su generosidad y busquen trabajar por el bien de los colombianos más vulnerables y en general del país, que necesita señales positivas en este momento.