El Banco de Rusia decidió recortar en 150 puntos básicos su tasa de interés de referencia, que se situará así en el 9,50 %, igual que antes del comienzo de la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, después de detectar una ralentización mayor de lo esperado en la inflación y un deterioro de la economía de menor intensidad de lo previsto.
Así mismo, la institución señaló que evaluará la necesidad de una reducción adicional de los tipos de referencia en sus próximas reuniones. El 22 de julio será la siguiente reunión de la Junta Directiva del Banco de Rusia.
El Banco de Rusia se vio forzado el pasado 28 de febrero a subir los tipos de interés desde el 9,50 % al 20 % para responder con urgencia al impacto sobre la inflación y la estabilidad financiera del país de las sanciones internacionales impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania.
En su análisis, la institución presidida por Elvira Nabiullina, reconoció que el entorno externo de la economía rusa sigue siendo desafiante y limita significativamente la actividad económica, aunque destaca que la inflación se está desacelerando más rápido y la disminución de la actividad económica es de menor magnitud de lo que se esperaba en abril.
En este sentido, apunta que los datos recientes sugieren que las tasas de crecimiento de los precios en mayo y principios de junio han sido bajas como resultado de los movimientos del tipo de cambio del rublo y la disminución del aumento de la demanda de los consumidores en el contexto de una marcada caída en las expectativas de inflación de los hogares y las empresas.
Según las previsiones del Banco de Rusia, dada la orientación actual de la política monetaria, la inflación anual oscilará entre el 14 % y el 17 % en 2022 y descenderá a un rango de entre el 5 % y el 7 % en el 2023 para regresar al 4 % en el 2024.
No obstante, el banco central euroasiático advierte que la combinación de riesgos creada por el entorno externo puede producir efectos tanto proinflacionarios como desinflacionarios, añadiendo que un empeoramiento de las condiciones del comercio exterior y de las restricciones financieras puede tener un efecto proinflacionario, lo que conduciría a una caída del potencial de la economía rusa más pronunciada de lo previsto.
Además, considera que las restricciones del lado de la oferta pueden fortalecerse por una reposición lenta de las existencias de productos terminados, materias primas y componentes en caso de tendencias persistentemente negativas en las importaciones, mientras que la materialización de los crecientes riesgos de una recesión mundial podría, a su vez, debilitar aún más la demanda externa de exportaciones rusas.
En julio, el Banco Central Europeo subirá sus tasas por primera vez en 11 años
El Banco Central Europeo (BCE) anunció que subirá sus tasas de interés en julio por primera vez en más de diez años y elevó sus previsiones de inflación en la zona euro, consecuencia de la guerra en Ucrania que “seguirá pesando en la economía”.
En paralelo, también rebajó las previsiones de crecimiento del PIB para 2022 y 2023. La institución prevé ahora que la inflación alcance el 6,8 % en 2022, 3,5 % en 2023 y se mantenga en 2,1 % en 2024, todavía por encima de su objetivo del 2 %, según las nuevas previsiones publicadas en un comunicado tras una reunión de política monetaria.
En marzo, en sus últimas previsiones, el BCE contaba con una subida del 5,1 % en 2022, del 2,1 % en 2023 y del 1,9 % en 2024. Para hacer frente a esta inflación galopante, la institución anunció su primera subida de tasas de interés en más de diez años, prevista para julio.
Mientras otros grandes bancos centrales ya han comenzado a endurecer su política monetaria, el BCE “quiere subir las tasas de interés en 25 puntos básicos (0,25 %) en la reunión de julio” antes de “otra subida en septiembre”, según un comunicado del consejo de gobierno del organismo.
En cuanto al PIB, el BCE prevé un crecimiento del 2,8 % en 2022 en la eurozona, antes del 2,1 % en 2023, frente al 3,7 % y el 2,8 % respectivamente de las últimas previsiones de marzo.
“La agresión injustificada de Rusia en Ucrania sigue pesando sobre la economía europea”, mientras que “las presiones inflacionistas se han ampliado e intensificado”, dijo la institución.
Desde diciembre, los guardianes del euro se vieron sorprendidos por la dinámica inflacionista, que se ha acelerado todavía más con la guerra en Ucrania. El aumento de precios alcanzó el 8,1 % interanual en mayo, con 14 de los 19 países de la eurozona por encima de esta media.
*Con información de Europa Press