Croacia adoptó este domingo -1 de enero- el euro y se integró en el espacio Schengen de libre circulación, un “momento histórico” para este pequeño país de los Balcanes que se independizó en 1991 y entró a la Unión Europea (UE) en 2013.
A medianoche del domingo, los croatas no solo se despidieron de 2022, sino también de su moneda nacional, la kuna. De esta forma, su país se convirtió así en el vigésimo país de la zona euro, de los 27 que forman la UE.
También pasó a ser el 27º país del espacio Schengen, una amplia zona de libre circulación para los 400 millones de habitantes que comparten sus fronteras internas. Esa zona está integrada principalmente por países de la UE y por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
“No hay ningún lugar en Europa donde el ideal (europeo) sea más verdadero que aquí en Croacia”, aseguró en un mensaje en Twitter la presidenta de la Comisión Europea (ejecutivo de la UE), Ursula von der Leyen, que llegó este domingo al país balcánico para celebrar estos dos acontecimientos.
La presidenta de la Comisión se encontró primero con el primer ministro croata, Andrej Plenkovic, y el presidente esloveno, Pirc Musar, en un puesto fronterizo entre Croacia y Eslovenia. Desde allí, se dirigió a la capital croata Zagreb.
“Es un día que recordarán los libros de historia”, destacó Von der Leyen en declaraciones desde el puesto fronterizo, mientras que Plenkovic aseguró que se trataba de un “momento histórico”.
Croacia se independizó en 1991 de Yugoslavia tras una guerra en la que murieron unas 20.000 personas y desde julio de 2013 forma parte de la UE. La entrada en la zona euro y el espacio Schengen representan “dos objetivos estratégicos para lograr una mayor integración en la UE”, había destacado el miércoles el primer ministro conservador del país.
Ante la actual crisis energética, acentuada por la guerra de Ucrania, la economía croata sufrió en noviembre una inflación del 13,5 %, superior al 10 % de media de la zona euro. El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó en un mensaje en un video, publicado el domingo, que espera que el euro aporte “estabilidad y solidez monetaria” al país balcánico.
Sigue el miedo a una disparada de los precios
El presidente del banco central croata, Boris Vujcic, sacó euros de un cajero automático en Zagreb, en un gesto simbólico para dar la bienvenida a la nueva moneda. El euro “aportará seguramente una mayor estabilidad y seguridad” económica, dijo a la AFP Ana Sabic, una dirigente del banco central.
La moneda única ya está muy presente en un país turístico como Croacia, donde el 80 % de los depósitos bancarios están en esa divisa y la mayoría de clientes internacionales de sus empresas proceden de países de la UE. No obstante, la población de a pie teme que el cambio de moneda acentúe la inflación.
“Será difícil. Los precios que ya eran elevados subirán todavía más”, afirmó Ivana Toncic, una profesora que vive en Zagreb. En cambio, la mayoría de los croatas se felicitan por el final de los controles fronterizos con la entrada en el espacio Schengen.
“Se trata de una fantástica decisión para el turismo”, dijo a la AFP Marko Pavic, empleado en una agencia de turismo de un país, que durante el último año recibió un número de visitantes cuatro veces superior al de su población, de casi 4 millones de habitantes.
Varios ministros croatas se reunieron pasada la medianoche del sábado con otros dirigentes de países vecinos, como Eslovenia o Hungría, para celebrar la incorporación en el espacio de libre circulación “Esta noche celebramos el Año Nuevo y una nueva Europa con Croacia en Schengen”, declaró el ministro del Interior croata, Davor Bozinovic, desde un puesto fronterizo esloveno.
Un total de 73 puestos fronterizos dejaron de efectuar controles a partir del domingo. En el caso de los aeropuertos, el final de los controles se producirá el 26 de marzo, por motivos técnicos.
Pero Zagreb vigilará, en cambio, de manera restrictiva la llegada de migrantes clandestinos desde países vecinos que no forman parte de la UE, como Bosnia, Montenegro y Serbia. Croacia se encuentra en medio de la ruta de los Balcanes occidentales, utilizada por muchos migrantes, así como por traficantes de armas, de drogas y de seres humanos.
*Con información de AFP.