SEMANA: Usted ha manifestado públicamente sus preocupaciones sobre la reforma a la salud que cursa en el Congreso, ¿ha podido hablar al respecto con algún congresista?
JOSÉ ANTONIO OCAMPO: Yo he estado mucho más encima de la reforma pensional desde el punto de vista técnico. En el caso de salud, mis opiniones se basan en conversaciones con la Academia de Medicina y con expertos que la han estado analizando. Con ponentes no he hablado.
SEMANA: Usted ha planteado varios riesgos frente a la reforma, ¿cuál es el que más le preocupa?
J.A.O.: Lo más importante es que el ministro de salud se siente realmente a concertar. Ese es para mí el tema esencial, pues la percepción que existe es que él no hace una verdadera concertación.
SEMANA: ¿Y además de esa búsqueda de consenso, hay algo en particular que le preocupe dentro de lo que está planteado hasta este momento?
J.A.O.: El tema es cómo se maneja la transición del sistema actual frente al que se propone, ¿qué va a pasar con las EPS y con la Adres? Ahí la discusión sobre los recursos es esencial y debe ser consecuencia de una negociación, que incluya al Ministerio de Hacienda. Si bien algunos temas ya se resolvieron a fin de 2023, como los presupuestos máximos del pasado y lo que quedaba de covid, desafortunadamente quedan otros sin resolver como la UPC, cuyo aumento venía rezagado desde 2022, pues ese año se hizo con la inflación de 2021, que al final resultó siendo mucho mayor y, claro, ahí fue el faltante. Además, en el ajuste de la UPC este año, le sacaron 5% para equipos básicos de salud, lo cual debería haber sido adicional y lo que va a hacer es que la UPC alcance menos.
SEMANA: Otro tema de salud, que no está en la reforma, pero sobre el que usted ha manifestado su preocupación, es sobre los cambios en la Nueva EPS, ¿por qué le alarma tanto?
J.A.O.: Es que el peligro es inmenso, pues la Nueva EPS funciona muy bien. Es la que tiene mayor cobertura en términos de afiliados y de municipios, y funciona muy bien. En ella, las cajas de compensación jugaban un papel muy importante y quien presidía, que llevaba, no sé, 14 o 15 años, era un tipo de primera categoría. Entonces, con los cambios corre el riesgo de deteriorarse, lo que sería fatal. Hay todo tipo de rumores sobre lo que quieren hacer con esa Nueva EPS y eso podría llevar a que las cajas de compensación terminen retirándose.
SEMANA: Volviendo a la reforma usted dice que esta debe negociarse con Hacienda y en ese frente ha habido una discusión de congresistas que dicen que no la aprueban hasta no conocer su costo fiscal y del Ministerio, que responde que no lo puede estimar hasta no conocer lo que se apruebe, ¿quién tiene la razón?
J.A.O.: Creo que el ministerio de Hacienda tiene cierta razón. De hecho, cuando yo estaba en el ministerio, hicimos unas estimaciones iniciales con las primeras versiones de la reforma. Veo que recientemente hicieron otras estimaciones en Hacienda, pero es claro que los recursos dependen de lo que se apruebe en el proyecto de ley.
SEMANA: Pero, ¿no es irresponsable aprobar algo que sea muy costoso o que supere la capacidad de pago del país?
J.A.O.: No, porque ya la viceministra técnica del Ministerio de Hacienda presentó una estimación de costos sobre la que se puede hacer en el trámite legislativo, pero el costo exacto es muy difícil hasta que no se sepa qué es lo que se va a aprobar.
SEMANA: ¿Usted qué tan pesimista u optimista está con esta reforma?
J.A.O.: Yo creo que esta reforma tiene muchos problemas, por eso tiene que ser concertada. El sistema actual requería algunas mejoras, en temas como atención primaria, pero es un sistema con apoyo mayoritario, tal como lo muestran todas las encuestas. Las mejoras en atención primaria se podrían haber hecho dentro de las normas actuales, no se necesitaba una reforma para eso. Ocurre lo mismo con la integración vertical, que tiene fallas en el sistema actual, pero se podría arreglar sin ley, así como las fallas en la Superintendencia de Salud, las cuales permitieron que se presentaron abusos y corrupción en algunas EPS. Una reforma radical del sistema no era necesaria. Punto. Hay muchas cosas que se hubieran podido manejar dentro del sistema actual, sin necesidad de una reforma tan radical, que lo único que ha generado es controversia.
SEMANA: Justamente sobre eso, muchas personas dicen que la reforma se está dando de facto con la desfinanciación de las EPS. ¿Comparte esa preocupación?
J.A.O.: Ahí hay un problema de fondo, porque las EPS que quedan y que manejan más del 80% de las afiliaciones, son buenas EPS, es un problema que se soluciona sentándose y pensando cómo se mejoran, pero no con una reforma radical, cuya naturaleza justifica lo que dice mucha gente con respecto a que el objetivo es quebrar a las EPS. Yo no sé qué va a pasar con esta ley, pero lo único que tengo claro es que ha generado demasiado conflicto.