El sector energético colombiano ha sufrido una incertidumbre durante los últimos meses, por cuenta de las advertencias de distintas compañías que funcionan en el país y que se encargan de los diferentes negocios. Las propuestas de Gustavo Petro de descarbonizar la economía no han caído muy bien en dichas compañías que, aunque buscan una transición energética, aún dependen del negocio de los hidrocarburos, que es uno de los más contaminantes, pero que también es uno de los que más trae divisas al país.
El cierre del grifo del petróleo ha provocado mayor incertidumbre frente a las finanzas públicas del país. Es preciso recordar que el Gobierno nacional es el que más se beneficia de las ganancias obtenidas por Ecopetrol, la empresa más importante el Colombia y que irriga más dólares a la economía. Esto debido a que este es el accionista principal de la petrolera, con un 88 % de participación.
El sector del gas tampoco ha visto buenos días. La incertidumbre por el desabastecimiento de ese energético ha aumentado cada vez más, debido a que la oferta con la que cuenta el país para los próximos años se ha ido reduciendo. Las propuestas han apuntado a la importación del energético, propuesta que causaría también un revés en los consumidores nacionales.
En varias ocasiones, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, se ha referido a la situación que vive el sector energético del país. En una de sus últimas declaraciones, este se refirió al desabastecimiento de gas que se podría vivir en 2025 y las posibilidades que tienen para maniobrar la situación.
Uno de los efectos que se verían con el inicio de las importaciones de gas sería el incremento de los costos para el país, al adquirir el hidrocarburo de otro país externo. Esto debido a que la compra contemplaría también nuevos costos logísticos de transporte y también de procesamiento del gas.
Roa aseguró en Noticias Caracol que cuando el gas viene de los pozos propios, simplemente se debe hacer fluir por los tubos. Pero cuando el gas viene de un mercado como el de EE. UU., ya ese gas no solo produce costos por la molécula, sino también por el proceso de licuarlo, volverlo líquido, transportarlo, inyectarlo en una unidad de regasificación, volverlo gas y volverlo a inyectar por los tubos.
“Eso va a subir 2 o 3 veces el costo de la molécula de gas aquí. Va a subir porque, insisto, hemos venido importando entre el 7 % y 12 % de la demanda. Con esta referencia, si vamos a seguir importando, va a haber un impacto lógicamente”, indicó.
Respecto al costo de la gasolina, Roa aseguró que el precio se mantendrá flotando en el piso en el que está ubicado, teniendo en cuenta los precios internacionales. En diésel, Ecopetrol está a la expectativa por un incremento de 3.000 pesos por galón. “Tener presente que cada 1.000 pesos por galón representan al año 2,4 billones menos de déficit del FEPC”, indicó Roa.
Varias voces han dejado expresa su preocupación por cuenta del desabastecimiento que podría vivir en el país. Uno de ellos fue el exministro José Manuel Restrepo, quien aseguró que la exploración es fundamental para la empresa, en el momento actual de caídas que está viviendo.
“En términos financieros, los resultados no son buenos, son malos. La utilidad cae en el primer semestre del 24 %, pero cuando yo subo esa caída de utilidad con lo que sucedió en 2023, la caída es de más del 70 % de utilidades en año y medio. Operativamente está cayendo en el primer semestre el 9 %, en generación de caja también está cayendo casi al 4 %, y las ventas caen al 5 %”, aseguró en entrevista con SEMANA.