El director jurídico de la Federación Nacional de Biocombustibles, Carlos Mateus, habló con SEMANA acerca del mercado de biocombustibles en Colombia y el potencial que este tiene en el país.

Según Mateus, la producción de biodiesel en Colombia “ha venido creciendo particularmente de una manera importante, en la medida en que la demanda de diésel ha aumentado”.

Pues mencionó lo dicho por el presidente de Ecopetrol hace unos días, sobre que la demanda de combustibles se estaba acercando más a lo que se había estimado hacia 2025, “porque la reactivación había movido la demanda de una manera importante”.

Eso, según el funcionario de Fedebiocombustibles, quiere decir que para el biodiesel también es una demanda importante porque en este momento representa el 10 % del total del diésel que se utiliza para la movilidad.

Esto es un aumento importante y de hecho equivaldría a un punto más en la mezcla, por lo que estamos trabajando a plena capacidad y el sector está preparando ampliaciones para poder cumplir con sus compromisos en los próximos años.

Es por esto que: “Todo depende de las señales que dé el regulador, pues este mercado tiene control sobre los volúmenes y los precios”.

En ese orden de ideas, para ampliar la capacidad, se requiere que haya señales correctas por parte del regulador. “De hecho eso ya ha pasado antes y el sector creció a partir de un modelo regulatorio bastante claro y qué ha beneficiado particularmente al sector del biodiesel”, manifestó.

“Los mismos temas regulatorios están generando la necesidad de identificar nuevas posibilidades. Tenemos estudios que demuestran que las mezclas superiores tienen amplias ventajas tanto en temas ambientales como económicos, y modelos de transición energética, lo que va a permitir seguir avanzando en el incremento de algunas flotas en particular, a través de un programa que se llama El club de Biotanqueo, que básicamente es para flotas cerradas que tienen la necesidad de mejorar sus emisiones y entonces tenemos varios proyectos piloto que van avanzando”, destacó.

Es importante tener en cuenta que el cambio de aceite, en lugar de hacerse cada 8.000 kilómetros, por las condiciones de lubricidad que dan las mezclas superiores de biodiesel, se hace cada 16.000 kilómetros.

Eso no solo ayuda a reducir costos, sino que también a mejorar la calidad del aire y la responsabilidad ambiental de las compañías.

También habló sobre lo que sucedería si las condiciones se dan para que la producción de biocombustibles en Colombia llegue al máximo potencial, y dijo que se han hecho estudios que dicen que la mezcla ideal para efectos de reducción de emisiones que sea costo eficiente es del 20 % en biodiesel y 12 % en etanol.

En ese sentido, aseguró que otras alternativas deben estar participando dentro de estos instrumentos para la transición energética.

“Es decir, todas las tecnologías de las que se está hablando, deberán hacer parte de estos modelos para una transición real hacia las cero emisiones”, puntualizó.