El panorama para el suministro de gas en Colombia no es el mejor; según cifras entregadas por la Asociación Colombiana de Gas Natural, se estima que el próximo año el déficit de gas en contratos en firme alcanzará los 76.5 GBUTD (Giga BTU por día), lo que representa un 7.6 % de la demanda total.
Esta situación se agravaría, según la misma asociación, para 2026, con un faltante que podría alcanzar los 189.5 GBUTD, equivalentes al 18.9 % del requerimiento en el país, lo que plantea serios desafíos para la economía nacional que dependen de este recurso.
En medio de esto, la preocupación por encontrar una nueva alternativa para reemplazar este hidrocarburo está sobre la mesa, razón por lo que las miradas apuntan al biometano, gas renovable producido a partir de la digestión anaeróbica de residuos orgánicos y el cual puede ser una opción atractiva para transformar el sector energético en Colombia, aprovechando las más de 7 millones de toneladas de residuos orgánicos que produce al año el país y su amplio sector agrícola.
En este sentido, Ernesto Gutiérrez de Piñeres, CEO de Seynekun, empresa dedicada al desarrollo de proyectos sociales y de energía renovable, cree que Colombia tiene el potencial suficiente para tener una ventaja competitiva en la producción de biometano, ya que las zonas bananeras y palmeras, entre otras regiones con cultivos estables, generan grandes cantidades de residuos que pueden ser utilizados para producir biogás y, posteriormente, biometano.
“Colombia tiene un enorme potencial para la producción de biometano, dado que es un país agrícola y ganadero que genera grandes cantidades de residuos orgánicos, como estiércol y desechos agrícolas provenientes de cultivos y de la producción alimentaria. Estos residuos pueden ser transformados en biogás y biometano a través de la digestión anaeróbica, un proceso en el que microorganismos descomponen la materia orgánica en ausencia de oxígeno, produciendo un gas rico en metano, conocido como biogás. Este gas se captura y purifica, convirtiéndose en biometano, un combustible renovable y ecológico”, explicó el experto.
Asimismo, resaltó que el precio de este combustible sería un gran atractivo para sectores como el industrial y el transportador, pues su costo no está indexado al precio de los hidrocarburos, lo que significa que su valor final no fluctúa en función de las variantes del mercado del petróleo o el gas natural lo que genera estabilidad y economía para quienes lo utilicen.
Además, aclaran que a diferencia del gas natural, el biometano es un gas verde, de origen renovable y neutro en emisiones de dióxido de carbono (CO2) en su uso, lo que lo convierte en un aliado clave en la transición hacia una economía descarbonizada. Su utilización en hogares, transporte masivo y procesos productivos ayudaría a reducir las emisiones de carbono, e impulsar la transición energética en el país.